Los microchips, se instalaron en los servidores usados por empresas de EEUU, para obtener información confidencial
En el año 2015, China espió a multitud de grandes empresas de EEUU, entre ellas Apple y Amazon, con una técnica que recuerda a las mejores películas de espionaje. Para este fin introdujo «chips» diminutos en servidores fabricados en China, que eran vendidos a través de intermediarios a grandes empresas multinacionales. La trama desvelada por Blomberg, es un grave «hackeo» organizado por el país asiático contra intereses norteamericanos. Amazon y Apple han negado la información, pero el ministerio de Exteriores chino ha sido tibio en sus declaraciones.
La operativa era realizada por personal del Ejército Popular de Liberación Chino, y consistía en introducir diminutos chips-espía del tamaño de un grano de arroz en las placas base de servidores, recabando información y datos de todo tipo. Estos servidores se vendían a otros intermediarios que los introducian en el mercado, una de ellas Super Micro Computer, con sede en California, uno de los principales proveedores mundiales de placas base para servidores.
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Super Micro, disponía de clientes clave como Elemental Technologies, adquirida por AWS (Amazon Web Services) en 2015. Elemental desarrollaba software para comprimir audios y videos para que pudieran consumirse en cualquier dispositivo. Para vender esos software, Elemental construía servidores que utilizaba entre otros los componentes que compraba a Super Micro.
Antes de la adquisición por parte de Amazon, los servidores de Elemental, eran utilizados por organismos estratégicos del gobierno de EEUU, el Departamento de Defensa, la Marina para control de las redes internas de los barcos de guerra, la unidad de Drones de la CIA, etc., con todo estos datos, China estuvo espiando a empresas y objetivos estratégicos americanos.
En el proceso de inspección para comprar Elemental, Amazon descubrió los diminutos chips ocultos en los servidores. Informó a las autoridades americanas que iniciaron una investigación, que al día de hoy sigue abierta. Varias fuentes del gobierno de EEUU han confirmado a Blomberg la veracidad y gravedad del hackeo, aunque Apple y Google lo niegan. En un comunicado Apple asegura estar «profundamente decepcionada ya que los periodistas de Blomberg no están abiertos a la posibilidad de que sus fuentes puedan estar equivocadas o mal informadas. Creemos que confunden su historia con otro caso reportado con anterioridad». Por su parte, Amazon asegura que es «falso que AWS conociera que se hubiera comprometido la cadena de suministro o que se hubiera modificado el hardware de Elemental antes de la adquisición». «También es falso que AWS conociera que los servidores contenían chips maliciosos o modificaciones en centros de datos con sede en China, o que AWS trabajara con el FBI para investigar u ofrecer datos sobre hardware malicioso».
En un comunicado, el gobierno chino es menos directo: «Esperamos que todas las partes hagan acusaciones menos gratuitas y lleven a cabo una conversación constructiva y colaborativa para que podamos trabajar juntos en construir un ciberespacio pacífico, seguro , abierto y cooperativo», asegura un comunicado del ministerio de Exteriores chino. Ni confirma ni desmiente el espionaje a empresas e intereses americanos. Ni el FBI ni otro organismo del gobierno Trump, han hecho declaraciones al respecto, pero de admitir lo ocurrido, sería sin duda el mayor caso de espionaje chino a EEUU de los úlimos años.