Estas son las principales noticias tecnológicas de la semana en América.
1. Un ciberataque se cuela en infraestructura clave de EE.UU.
Los conflictos del siglo XXI todavía tienen mucho que ver con las bombas y los misiles -como hemos visto esta semana-, pero cada vez más a punta de código y malware se generan brechas muy sofisticadas que, como un explosivo, consiguen arrasar con todo.
Estados Unidos lo aprendió «a las malas» en los últimos días cuando el ataque de un «ransomware»(programa maligno) supuestamente realizado por los piratas informáticos Darkside paralizó el principal oleoducto del país, que transporta 2.5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación desde las refinerías del Golfo de México al sur y este de EE.UU.
No es el primer ataque en el gigante del norte con un programa malicioso, que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo. Solo este año estas agresiones han dejado más de 350,000 millones de dólares en pérdidas en el país.
2. WhatsApp intenta seducir a los más escépticos
La nueva actualización de WhatsApp le ha costado cara a la compañía. Los más desconfiados decían que daría acceso a Facebook a datos y conversaciones personales. ¿Se imaginan sus mensajes más íntimos al descubierto? Aunque una mezcla de confusión y desinformación añadieron más leña al asunto, la polémica estaba servida.
Para calmar a los más escépticos, WhatsApp cambió su discurso y dijo que nadie perderá la funcionalidad de su cuenta a partir del próximo 15 de mayo, incluso si no acepta su nueva política de privacidad, dando así marcha atrás a lo que venía sosteniendo.
Pero al parecer no será tan fácil librarse de ellos. Aquellos que no acepten los nuevos términos recibirán «recordatorios persistentes» para que lo hagan, según la misma compañía… Al final, por cansancio, muchos terminarán aceptando…
3. Una propina para su tuitero favorito
Darle propinas a su tuitero favorito. Con ese objetivo, Twitter anunció la creación de un nuevo icono en el perfil de algunos usuarios influyentes que permite enviarles dinero como donación.
Esta nueva función, bautizada por la empresa como «jarra de propinas», está disponible para un selecto grupo de internautas, a los que cualquier persona que use Twitter en su versión en inglés, tanto en sistemas operativos iOS como Android, puede enviar dinero.
4. Bolivia recula con el impuesto a las tecnológicas
Por ahora, la ley que quería gravar un impuesto a las suscripciones de Netflix, Amazon y Youtube en Bolivia tendrá que esperar. Los parlamentarios bolivianos decidieron postergar el tratamiento del anteproyecto de ley tras el malestar de algunos sectores.
La norma quería ampliar el alcance del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los servicios digitales como Spotify y Netflix, entre otros, con un 13 %. El Gobierno de Luis Arce proyectaba recaudar el equivalente a unos 4.3 millones de dólares.
Los críticos se preguntaban si realmente la ley conseguiría que esas empresas desembolsasen más impuestos o recaería solo sobre los ciudadanos.
5. Niños con Instagram, ¡no, por favor!
Últimamente Facebook no hace más que recibir varapalos. Esta vez le llegó por parte de los fiscales generales de 44 estados y territorios de Estados Unidos, que rechazaron la idea de crear un Instagram (propiedad de Facebook) adaptado para menores de 13 años.
Su razón: el uso de las redes sociales puede ser «perjudicial para la salud y el bienestar» de los menores.
En todo caso, parece un problema más profundo. No es complicado que un niño mienta sobre su edad al crearse una cuenta en internet.
6. Como David y Goliat: la batalla contra YouTube de un español
Un empresario español mantiene una lucha en la Justicia de EE.UU. contra YouTube y Google para impedir que «se queden con toda la inteligencia» del mundo.
Carlos Vasallo, dueño de los derechos de más de 3,000 películas mexicanas, acusa a la plataforma de videos propiedad de Google de no respetar de manera reiterada el copyright de sus películas y de lucrarse con ello.
7. ¿Conseguirá YouTube seducir a la generación Z?
YouTube busca seducir a la generación Z -jóvenes nacidos entre 1990 y la actualidad, según los manuales urbanos- para que dejen de lado TikTok y se pasen a su orilla.
El gigante de internet anunció la creación de un fondo dotado con 100 millones de dólares que se destinarán a pagar a creadores de contenidos influyentes en su nueva plataforma Shorts, diseñada para competir con la popular aplicación china.