Los gremios docentes decretaron este jueves (07.07.2022) como indefinido el paro de 72 horas que habían iniciado para exigir que se abaraten el combustible y los alimentos y se les otorgue más presupuesto a las escuelas, luego de un fallido acercamiento con el Gobierno del presidente Laurentino Cortizo.
“La huelga se ha decretado de carácter indefinido”, afirmó el secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), Fernando Ábrego, una decisión tomada después de que el Ejecutivo no presentara, a criterio de los profesores, opciones válidas en una mesa de diálogo instalada este día en la provincia interior de Veraguas.
A juicio de Abrego, “no hay voluntad de parte del Gobierno” para hallar soluciones a los planteamientos de los docentes y grupos sindicales y sociales que apoyan la huelga, que este jueves alcanzó un seguimiento del “90 %” a nivel nacional, según aseguró el dirigente.
Con la mesa instalada en Veraguas, liderada por la ministra de Educación, Maruja Gorday, “el Gobierno intenta desmovilizar al pueblo”, puesto que a esta protesta nacional se están uniendo “estudiantes, asociaciones de padres y sindicatos” de todo el país, aseguró el dirigente docente.
“Apelo a que nuestras escuelas estén abiertas”, dijo este jueves la ministra Gorday, que aseguró que la mesa de diálogo sigue abierta.
Originarios se suman a las protestas
En una jornada de manifestaciones en la capital y otras ciudades, los 7 pueblos originarios y los 12 consejos y congresos indígenas de Panamá, agrupados en la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), anunciaron que se suman “con todas sus bases a las protestas que se llevan a cabo en el país”.
“El primer paso de acciones de protesta en las calles se registró en la población originaria de Madungandí y Alto Bayano, y se están haciendo las coordinaciones” para sumarse “a las protestas nacionales que reivindican los derechos de toda la población panameña”, dijo la Coordinadora en un comunicado.
La Ciudad Capital encendida
En la ciudad capital, agentes antimotines de la Policía Nacional y manifestantes se enfrentaron a piedras y gases lacrimógenos en una importante vía frente a la sede de la estatal Universidad de Panamá (UP), que estuvo bloqueada durante horas.
Se conoció que al menos un policía resultó herido por una pedrada y que al menos un manifestante fue aprehendido por los agentes del orden.
La Policía expresó que “rechaza la violencia desatada por extremistas que desean alterar la paz nacional”, al dar cuenta en un comunicado del agente herido en cabeza por la piedra, el “quinto que ha sido lesionado este año en protestas”, e hizo “un llamado al respeto y al orden”.