En la memoria del fútbol panameño hay equipos que dejaron una huella que merece ser recordada. Uno de ellos es el AFC Eurokickers, una escuadra que surgió con una visión distinta, alcanzó la gloria en 1993 y desapareció del mapa sin los homenajes que merecía. Hoy, su nombre es sinónimo de nostalgia, mística y orgullo para quienes vivieron aquella época dorada del balompié nacional.
Fundado en 1984 por el empresario holandés Jan Bernard Domburg, el Eurokickers fue uno de los seis clubes que integraron la primera temporada de la ANAPROF en 1988. Su nombre, moderno y ambicioso, reflejaba una intención clara: aportar una identidad futbolística con mirada europea, pero con corazón panameño.
Uno de los pilares fundamentales del club fue José “Chepe” Ardines, un delantero letal que dejó una marca indeleble en el fútbol local. Goleador histórico con 191 anotaciones en el torneo nacional, fue el máximo artillero en seis temporadas consecutivas (1990–1996) y elegido Jugador Más Valioso en tres ocasiones. A su lado, otros talentos como Neftalí Díaz, con su visión en el mediocampo, dieron al equipo una solidez que lo convirtió en un rival temido.
El momento cumbre de los Eurokickers llegó el 28 de noviembre de 1993, cuando disputaron la gran final del campeonato frente a Projusa FC. El escenario fue el Estadio Municipal Omar Torrijos Herrera, en Santiago, Veraguas. En una tarde mágica e inolvidable, Los Vikingos aplastaron a su rival con un marcador de 4–0, levantando su único trofeo nacional.
Sin embargo, el fútbol no siempre premia la constancia. Tras el subcampeonato en la temporada 1996–97, comenzaron las dificultades. La falta de recursos económicos llevó a la salida de figuras claves, el cambio de sede y un paulatino debilitamiento institucional. En la temporada 2000–01, el Eurokickers descendió a la Primera A, donde apenas logró mantenerse un par de campañas más. En 2002, el club desapareció oficialmente, dejando atrás un legado que aún late entre quienes lo vieron jugar.
Hoy, cuando se habla del desarrollo del fútbol en Panamá, poco se menciona al Eurokickers. Y sin embargo, su historia tiene todos los elementos de una epopeya: una visión adelantada a su tiempo, un campeonato memorable, una caída silenciosa y una nostalgia entre los entusiastas del fútbol local. Recordar su nombre no es solo un acto de memoria deportiva, sino de justicia histórica.
Porque hubo una vez un equipo que, sin grandes presupuestos ni campañas mediáticas, fue capaz de levantar una estrella. Aquel campeón de 1993, el AFC Eurokickers, merece ser recordado como uno de los grandes del fútbol nacional.