El vicepresidente saliente de Estados Unidos, Mike Pence, se vacunó este viernes en público contra la covid-19 para disipar la falta de confianza que la inmunización ha generado entre algunos ciudadanos, al igual que hicieron otros políticos, como Nancy Pelosi y Mitch McConnell, mientras el país espera la aprobación del suero de la farmacéutica Moderna.
Delante de las cámaras de televisión, Pence recibió la vacuna desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech, la primera en recibir el visto bueno en EE.UU., en un intento de convencer a los ciudadanos sobre la seguridad del preparado.
«No he sentido nada. Bien hecho», dijo Pence en un acto en la Casa Blanca, donde le pusieron la primera dosis de la vacuna a él, a su esposa, Karen, y al director general de Salud Pública del Gobierno estadounidense, Jerome Adams.