Actualmente las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana, y especialmente en el día a día de los más jóvenes, en estos tiempos que ellos están creciendo en un mundo digital, es importante ayudarles a aprender conceptos saludables del uso digital, cuáles son sus ventajas y desventajas y aquí los padres juegan un papel importante en la enseñanza de estas herramientas, explicó la Licda. Lilia Moreno, Psicóloga del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) en la Extensión de Chiriquí.
“Es por esto que la tecnología ha presentado nuevos retos para las familias actuales, especialmente en términos de comunicación, pero también ofrece nuevas formas de convivencia. En primer lugar, hay que enfocarnos en que las tecnologías son herramientas que nos ofrecen alternativas, así que hay que usarlas a nuestro favor y entender el papel que tienen en la vida de nuestros seres queridos, por tal razón, como padres, es importante entender que los niños no “nacen con el chip integrado”. Saber operar y manipular un celular no significa que saben usarlo con responsabilidad y ética, por eso como adultos responsables hay que ofrecer una guía para nuestros hijos y entender las redes que tienen a su alcance”, puntualizó la Licda. Lilia Moreno.
La especialista detalló diversas ventajas del uso adecuado de la tecnología, entre ellas: “Mejoran la comunicación”, porque gracias a ellas es posible la interacción entre personas desde cualquier parte del mundo, en cualquier momento y de manera continua y permanente; es decir, se han reducido, casi eliminado, las barreras geográficas en la comunicación.
Asimismo, recalcó, que las nuevas tecnologías facilitan el proceso de socialización y que los adolescentes hacen un gran uso de las redes sociales como Instagram, Facebook, así como de las aplicaciones para conversar como los chats de WhatsApp y Messenger, entre otras.
Resaltó que, a través de las nuevas tecnologías los jóvenes se sienten integrados en un grupo social con el que puede compartir sus aficiones e incluso sus inquietudes. Además, añadió, que el posible anonimato y la ausencia de contacto visual hace que los jóvenes se expresen y hablen de temas que en una conversación «cara a cara» les resultaría tremendamente complejo.
“Las nuevas tecnologías han posibilitado el acceso a todo tipo de contenido informativo de una forma mucho más sencilla y rápida, sin necesidad de desplazamiento y obteniendo cualquier información en el momento. Además, sirven de ayuda para la solución de problemas cotidianos relacionados con la convivencia y las vivencias del día a día. Son nuevas formas de aprendizaje, facilitan a los jóvenes el acceso a la formación a través de cursos, talleres, conferencias, webinars (clases y seminarios transmitidos online en directo en los que se puede participar) sin la obligación de asistir presencialmente a ellos. Es un tipo de formación que puede enriquecer enormemente el conocimiento y potencian el desarrollo de habilidades mentales”, expuso la Psicóloga del IPHE en Chiriquí.
La Licda. Moreno igualmente mencionó algunos inconvenientes en el uso de la tecnología. entre ellas, la interferencia con otras labores, tales como el estudio, el ejercicio, el deporte, el ocio y la sociabilidad; enfatizando que un uso excesivo de las nuevas tecnologías genera múltiples distracciones que desplazan la atención de las actividades más importantes del día a día como estudiar e incluso socializar más de manera presencial con los amigos. Además, la ausencia de planificación de un horario que ayude a realizar todos los quehaceres necesarios, favorece que las nuevas tecnologías interfieran aún más.
“La falta de privacidad y el uso indebido de datos personales es otros de los grandes problemas, dado que los adolescentes suelen hacer uso de las nuevas tecnologías sin tomar las necesarias precauciones de seguridad, por lo que niños y jóvenes ponen en riesgo su intimidad y pueden estar dejando totalmente desprotegida sensible información personal. De igual forma la numerosa información expuesta a través de las nuevas tecnologías supone un riesgo en cuanto al tiempo invertido en encontrar información concreta, tanto en su localización, como en su filtrado, restando tiempo a otras actividades diarias de mayor importancia”.
La funcionaria también habló respecto a la información inapropiada, destacando que ese mismo exceso de información facilita que los adolescentes encuentren a través de las nuevas tecnologías documentación inapropiada, no fiable, no verificada, que pueden influir en la percepción del mundo que les rodea y en su propia conducta, puesto que el Internet cuenta con múltiples informaciones referentes a la violencia, el racismo, movimientos radicales, violencia de género, homofobia y prácticas sexuales no reguladas.
“El uso continuo de las nuevas tecnologías por los adolescentes puede generar aislamiento al dejar de realizarse actividades con los grupos sociales de pertenencia y con ello, pueden verse afectadas las habilidades imprescindibles para muchos ámbitos. Añadió que uno de los mayores problemas que ha provocado el internet, es generar nuevas vías para el acoso, facilitando el anonimato y los perfiles falsos”, dijo Lilia Moreno.
Asimismo, sostuvo la especialista que favorece el sedentarismo y sobrepeso, porque en muchas ocasiones las nuevas tecnologías restringen el espacio del juego y las actividades de ocio al ser reemplazadas por los dispositivos electrónicos, sin apenas movilidad, lo que está favoreciendo el sedentarismo, y con ello, el sobrepeso en los adolescentes, además de crear dificultades para conciliar el sueño, resaltando que existe una relación directa entre la calidad e higiene del sueño y el mal uso de las nuevas tecnologías.
“Algunos adolescentes usan las nuevas tecnologías durante un largo período de tiempo, ya no sólo por la búsqueda de gratificación, al considerar el uso de estas como una actividad placentera, sino también para reducir el nivel de ansiedad que les produce el hecho de no utilizarlas. Es decir, han llegado al punto en el que se han vuelto adictos a las nuevas tendencias tecnologías, y si no las usan, padecen gran ansiedad”, apuntó Moreno.
¿Cómo pueden ayudar los padres en la gestión de las Nuevas Tecnologías?
La Lic. Moreno, aseguró que los padres deben ser capaces de desarrollar con sus hijos un modelo educativo de apoyo basado en el establecimiento de normas que regulen la convivencia familiar, de tal modo que las responsabilidades y los roles entre padres e hijos queden claros, y se favorezca una relación basada en la comunicación y en el diálogo.
“Regular espacios y tiempos donde sea posible el uso de las nuevas tecnologías, tratando de llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso, negociando con los adolescentes si es necesario, e incluso realizar un contrato en el que consten las normas a cumplir por ambas partes. También hay que evitar que se conecten durante la noche para asegurar su descanso y evitar posibles trastornos del sueño ya mencionados”, reiteró la especialista.
De igual forma, la funcionaria resaltó que hay que conocer los hábitos de uso de internet de los hijos, mantener una comunicación fluida y diaria, preguntarles sobre sus actividades, sus preocupaciones, sus relaciones sociales y sus hábitos, entre otros.
“Hay que supervisar su actividad en internet, hablar con ellos sobre lo que hacen cuando utilizan las nuevas tecnologías, preguntarles a qué redes sociales pertenecen, para qué las utilizan, qué buscan en internet y quiénes son sus amigos”.
Finalmente, Moreno apuntó la importancia de realizar otras actividades, enfatizando que hay que enseñarles a planificar el tiempo de tal manera que no lo dediquen única y exclusivamente al empleo de las nuevas tecnologías, y aprovechen para realizar otras actividades importantes como estudiar, leer un libro, hacer ejercicio o salir con los amigos.
El IPHE en este año 2020 tiene una matrícula de 15,597 estudiantes y cuenta con presencia en 60 distritos y 290 corregimientos, a través de sus 21 escuelas, programas y extensiones, además también en 364 centros educativos inclusivos.