Los líderes demócrata y republicano del Senado de EE.UU. firmaron este martes una resolución de apoyo a la soberanía de Ucrania, después de que no se haya podido alcanzar todavía un acuerdo sobre un paquete de sanciones destinado a castigar a Rusia.
La resolución está firmada por el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y por su contraparte republicana, el senador Mitch McConnell, así como por los presidentes demócratas y miembros republicanos de alto rango de varios comités, incluido el de Exteriores y el de Fuerzas Armadas.
El texto, hecho público este martes (15.02.2022), pretende enviar «un mensaje bipartidista de solidaridad y terminación» al pueblo ucraniano y una «advertencia igualmente clara» al presidente ruso, Vladímir Putin.
«Si Vladímir Putin intensifica aún más su asalto en curso a la soberanía ucraniana, Rusia pagará un alto precio», dijeron los senadores y reiteraron que apoyarán sanciones «robustas» y afectivas contra Moscú, así como cualquier restricción al comercio y las exportaciones que imponga el Ejecutivo.
De manera paralela, un grupo de senadores liderado por el presidente del comité de Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, y Jim Risch, el republicano de mayor rango en esa comisión, lleva negociando desde hace semanas un paquete con duras sanciones económicas para golpear a Moscú si invade Ucrania.
Sin embargo, los desacuerdos entre demócratas y republicanos han evitado alcanzar un acuerdo.
En concreto, los republicanos quieren que EE.UU. imponga sanciones a Rusia antes de que haya cualquier agresión a Ucrania, mientras los demócratas consideran que la mera amenaza de sanciones ya tiene efectos disuasorios y solo deben imponerse como castigo, una postura que comparte la Casa Blanca.
A los senadores apenas les quedan unos días para llegar a un acuerdo, ya que la Cámara Alta empezará un receso este viernes y estará fuera de Washington hasta el 28 de febrero.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, tiene capacidad para imponer sanciones por sí solo, aunque una acción legislativa del Congreso podría tener mayores consecuencias para el Kremlin.