En un episodio que revela hasta qué punto puede llegar la rivalidad futbolística, decenas de entradas para el partido decisivo entre la Sampdoria y la Salernitana fueron adquiridas por hinchas del Genoa, utilizando nombres falsos o provocadores, con el propósito de impedir la asistencia de los verdaderos aficionados.
La práctica consistió en reservar boletos con nombres asociados a exjugadores, exdirigentes y figuras públicas, algunos de ellos incluso vinculados a escándalos judiciales o burlas mediáticas. El objetivo era dejar vacías las gradas del estadio Luigi Ferraris en un encuentro clave por la permanencia en la Serie B italiana.
Un acto de sabotaje deportivo
Las autoridades del club Sampdoria detectaron la maniobra tras observar patrones irregulares en las reservas. En total, fueron canceladas más de un centenar de entradas, que ahora serán reasignadas a seguidores registrados en el sistema oficial del club.
Aunque no se ha confirmado si se emprenderán acciones legales, la Sampdoria dejó abierta la posibilidad de investigar el uso indebido de identidades en una acción que, sin llegar a lo penal, se interpreta como un sabotaje premeditado del entorno deportivo.
Italia, tierra de pasiones
Este curioso episodio refleja, al mismo tiempo, el arraigo y la intensidad con que se vive el fútbol en Italia. Las gradas no son solo un escenario de aliento, sino parte activa del espectáculo. Los partidos no se juegan únicamente en la cancha, sino también en la calle, en las redes sociales, en los gestos y hasta en las taquillas.
El llamado Derby della Lanterna, que enfrenta a Genoa y Sampdoria, es uno de los más antiguos y apasionados del país. Aunque ambos equipos hoy militan en categorías distintas, sus hinchadas mantienen viva la competencia con fervor. Esta vez, sin embargo, el ingenio de la rivalidad se trasladó a un terreno inesperado: el de las entradas fantasma.