Se trata del sacerdote católico Pablo Hernández de la iglesia San Atanasio de La Villa de Los Santos, el cual manifestó su renuncia y expresó mediante un comunicado que: «He sido un cura bueno, pero sobre todo honesto. Nadie es culpable ni ustedes como pueblo ni una mujer ni un hombre o muchacho como se ha dicho, no hay nadie embarazada. No tengo miedo porque no tengo nada que temer. No me hecho para atrás, solo cambio de dirección», destacó Hernández durante su última eucaristía.
Informó además que todos los rumores que se comentan son falsos y que tampoco su renuncia no tiene que ver nada con una mujer.
El sacerdote es recordado por su conexión con la juventud. También era considerado sacerdote diocesano, predicador internacional y Licenciado en Teo Bíblica de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Por más de 12 años sirvió a la iglesia.
Hasta el momento la jerarquía de la iglesia católica panameña, no se ha manifestado sobre esta renuncia.