Realizando Metas (RM), el proyecto político ideado por los seguidores de Ricardo Martinelli para llevarlo a la presidencia de la República por segunda vez, jugará un papel más que importante en los comicios de mayo de 2024, ya sea que el exmandatario participe o no como candidato presidencial.
Y es que, pese a que la hipotética salida de Martinelli de la contienda electoral ilusiona a sus adversarios porque saca al virtual ganador de la pelea, su colectivo, el cual lleva sus iniciales (RM), tiene todo para captar la intención de voto de la cual goza Martinelli y catapultar hasta un desconocido.
Si Calixto “Obama” Silgado pudo capturar parte del voto rechazo hacia Carrizo, no se hace difícil reconocer que Realizando Metas será capaz de concentrar el voto duro de Martinelli, que si nos basamos en las encuestas hasta hora conocidas podría estar cercano al 40%.
Si este voto se diluye debido a un candidato alternativo que no es capaz de recibir el capital político de Martinelli, siendo conservadores estaríamos hablando de un 30% de apoyo electoral para el ungido, esta cifra hace sentido ya que Cambio Democrático, el partido que representó a Martinelli desde su fundación en 1998, en los dos últimos comicios (2014 y 2019) ha recibido este aproximadamente porcentaje de votos.
Así las cosas, este 30% sumado a la propia fuerza política o carisma que tenga el candidato que reciba el endoso de Martinelli, le pone en carrera para luchar por la Presidencia de la República, incluso ya han salido algunos nombres: Marta de Martinelli y David Virzi Martinelli, miembros prominentes de Realizando Metas (RM).
Incluso, Zulay Rodríguez ha sonado como aliada de Martinelli. Rodríguez ya tiene más de 150 mil firmas de apoyo bajo la precandidatura de libre postulación y tiene asegurada su postulación. Si Rodríguez es postulada por Realizando Metas podría aparecer dos veces en la papeleta presidencial.
Este planteamiento frente a Martín Torrijos, virtual candidato del PP; Roux-Blandón, bajo la combinación CD-Panameñismo-PAIS; Ricardo Lombana, amparado por la coalición MOCA-VAMOS, y la candidatura oficialista del vicepresidente José Gabriel Carrizo (PRD-Molirena), que junto a las candidaturas independientes fragmenta tanto la masa votante, que podríamos tener sentado en la silla presidencial el 1 de julio de 2024, a un Martinelli, y no precisamente a Ricardo Martinelli.
La figura política de Martinelli, pese a sus juicios, se ha fortalecido tanto en los últimos 10 años, que los adversarios del exmandatario tendrán la difícil tarea de derrotarle a él o a un eventual ungido.
Esa inercia de Martinelli y su intención de voto pone a Realizando Metas como un proyecto que promete recomponer el ajedrez político de Panamá nuevamente; así como se rompió el bipartidismo en 2009 con Cambio Democrático, este proyecto fragmenta la derecha política panameña y podría dejar a los partidos hoy tradicionales no 5 o 10 años fuera del poder de manera cíclica.