La selección de Portugal se convirtió en otra de las poseedoras ya del boleto para los octavos de final del Mundial de Catar después de imponerse este lunes por 2-0, con doblete de Bruno Fernandes, a una Uruguay que apretó tarde y que, con sólo un punto en su haber y sin haber marcado aún, se queda contra las cuerdas dentro del Grupo H.
La revancha deportiva del duelo de octavos de final de la Copa del Mundo de 2018 en Rusia fue esta vez para los portugueses, que supieron aprovechar sus opciones en un encuentro donde siempre pareció querer más que un rival que, pese a ello, gozó seguramente de buenas ocasiones para haber obtenido un mejor resultado para el juego ofrecido durante muchos minutos.
Y es que la bicampeona del mundo optó por ser más conservadora ya desde su alineación, con una defensa de cinco, que le funcionó para controlar cualquier intento ofensivo de los de Fernando Santos, pero para poco más porque no se pudo acercar demasiado al área de Diogo Costa, con muy poco de Fede Valverde y con Darwin Núñez y Edinson Cavani totalmente desactivados por Ruben Dias y el veterano Pepe.
Portugal dominó casi siempre el partido y fue el que más lo intentó en estos primeros 45 minutos. Sin embargo, la ocasión más clara fue uruguaya, gracias a una gran cabalgada iniciada desde lejos por Rodrigo Bentancur, que no encontró oposición y se plantó en el mano a mano ante un Diogo Costo que le acertó a tapar el disparo. Fue lo más reseñable de un primer acto que dejó también la lesión de Nuno Mendes en un tramo final donde Uruguay se sintió más cómoda.
PORTUGAL EMPIEZA MEJOR
El escenario del duelo cambió al inicio de la segunda mitad. Portugal volvió a empezar mejor y tras un aviso en una transición de Joao Felix, cuyo disparo se estrelló en el lateral de la red de Rochet, se adelantó en el marcador. Cristiano Ronaldo apareció en el corazón del área para, aparentemente, tocar lo justo con la cabeza un buen envío de Bruno Fernandes y poner el 1-0. El de Madeira lo celebró, pero la FIFA, sin embargo, le terminar por dar el tanto al asistente.
Uruguay se quedaba al borde del abismo, pero no tuvo capacidad de reacción porque la zaga portuguesa se mostró firme. Diego Alonso buscó soluciones y deshizo la defensa de cinco con las entradas de Pellistri y De Arrascaeta, y luego dio entrada arriba a Maxi Gómez y Luis Suárez por unos inocuos Darwin Núñez y Edinson Cavani. Fernando Santos, ante la aparición de espacios, fue también ambicioso e introdujo a Rafael Leao por Ruben Neves.
Entonces, la madera, como sucediese ante Corea del Sur en el estreno, se cruzó de nuevo en el camino de la bicampeona del mundo, que vio como el poste repelía el lanzamiento desde fuera de Maxi Gómez. Esa opción animó al combinado charrúa que vivió sus mejores momentos con otras dos buenas oportunidades de Luis Suárez, que remató al lateral de la red un balón perdido en el área tras una falta, y de De Arrascaeta, que se topó con la rápida salida de Diogo Costa.
Santos decidió entonces guardar el preciado botín que tenía y retiró a Joao Felix y Cristiano Ronaldo para meter más piernas frescas y de contención. La medida surtió efecto y los ‘tugas’ lograron vivir un final sin agobios con el penalti por mano de José María Giménez y tras el aviso del VAR, anotado en el añadido por un Bruno Fernandes, que aún pudo firmar el triplete antes del final del choque con dos ocasiones más, una de ellas estrellada contra el palo.
EP vía dpa.