Con la ley actual, conocida como Obamacare, en 2026 quedarían 28 millones de personas sin seguro médico en el país, mientras que con el plan republicano ascenderían a casi el doble, 52 millones.
El plan de salud del presidente estadounidense, Donald Trump, permitiría ahorrar cientos de millones de dólares hasta 2026, aunque también dejaría a 24 millones de personas más sin seguro médico en comparación a lo que ocurriría con el plan actual, según un informe gubernamental de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) difundido hoy (13.03.2017).
El estudio publicado hoy era muy esperado ya que la CBO evalúa, de manera independiente, los efectos de los proyectos de ley en el país, tanto a nivel político como económico. No obstante, la propuesta sí logra uno de los principales objetivos de los republicanos, reducir el déficit federal en 337.000 millones de dólares en diez años. El déficit estadounidense en 2016 alcanzó los 587.000 millones de dólares.
24 millones en 10 años
Los ahorros se originarían principalmente por la reducción de gastos del programa Medicaid, destinado a familias de bajos ingresos, y por el fin de los subsidios a la cobertura médica, dos aspectos emblemáticos de la política de Obama. Esos cambios significan que, para 2018, 14 millones de personas más quedarían sin seguro médico en comparación con lo que ocurriría si continuara el actual sistema. La cifra crecería a 21 millones en 2020 y a 24 millones hacia 2026, informó la CBO.
Carencia de consenso
El resultado del informe supone un golpe para el liderazgo conservador, que pretende derogar la ley actual impulsada por el expresidente Barack Obama y reemplazarla por este nuevo plan, pero no ha encontrado consenso en su bancada, especialmente entre los ultraconservadores y el sector más moderado.
Los proyectos de ley en los que se sustenta ya fueron aprobados por los comités correspondientes de la Cámara baja, y se espera que pase al pleno en los próximos días, sin embargo, el mayor escollo lo encontrará en el Senado, donde la mayoría republicana es más estrecha y varios senadores conservadores ya han manifestado su oposición.