El sector privado panameño pidió este domingo (29.11.2020) que se fomente la creación de empresas adaptadas a las nuevas realidades tecnológicas para generar empleos y revertir la profunda caída de la economía, que debido a la pandemia llegó al 18,9% en el primer semestre y que podría cerrar el año en 14,6%.
El producto interno bruto (PIB) de Panamá, una economía dependiente de los servicios, se derrumbó un 38,4% en el segundo trimestre de este año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), lo que situó en 18,9% la contracción del indicador para el primer semestre, en comparación con el mismo lapso del 2019.
Ante esas cifras, la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP), informó este domingo de que revisó su proyección económica para el cierre del 2020 y la situó en -14,6% del PIB, frente al -12,5% calculado antes y muy por encima del -9% previsto por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
La Cámara, que aglutina a más de 1,800 empresas de 15 sectores económicos, alertó de que la sostenibilidad de las empresas está en peligro dado el entorno de lenta reactivación tras el parón de más de seis meses impuesto por el Gobierno como medida para frenar la expansión de la COVID-19.
Argumentó, citando las cifras oficiales, que solo un 35% de los 281,000 contratos de trabajo registrados como suspendidos ante el Ministerio del Trabajo se ha reactivado en medio de la llamada «nueva normalidad», con un ritmo más lento de lo esperado según han reconocido las propias autoridades laborales.
La situación demuestra que sectores económicos y miles de empresas han sido «altamente impactados» por la crisis derivada de la emergencia sanitaria, «aunado a un escenario de demanda mucho menor al existente previo a la pandemia».
Las cifras oficiales
La caída del PIB del 38,4% en el segundo trimestre del año derivó de las medidas establecidas para la contingencia de la COVID-19 que impactaron principalmente a los sectores de servicios personales, comercio, construcción, hoteles, restaurantes, servicios empresariales, industria manufacturera, electricidad, educación e intermediación financiera, dijo el INEC.
Así, la producción industrial cayó un 45,3% en segundo trimestre para acumular una contracción del 24,6% en el primer semestre; el comercio un -48,4% y un -26,5%; hoteles y restaurantes un -79,2% y 40%; y la construcción -89,2% y -44,3%, respectivamente.
La inversión extranjera directa (IED) totalizó en entre enero y junio pasados 1,429.8 millones de dólares, un 25,4% menos respecto al primer semestre de 2019, afectada principalmente por la caída del comercio, dijo el INEC.
Las autoridades laborales calculan por su parte que el desempleo escalará al 25% y la informalidad al 55%, desde el 7,1 / y 45% previo a la pandemia.
Propuestas del sector privado
Ante el panorama, la CCIAP consideró «importante» que el Gobierno de Laurentino Cortizo «presente un plan de reactivación dándole prioridad a los proyectos y actividades que puedan generar volumen de empleos en el corto plazo».
También que se fomente la creación de «nuevas empresas que generen plazas de trabajo a partir de tecnologías y oportunidades que surgen ante los cambios que la pandemia ha generado en las cadenas de suministro a nivel mundial, y con el aceleramiento en la incorporación de tecnologías a negocios tradicionales y a nuevos negocios».
En ese contexto se requiere desarrollar capital humano en áreas identificadas como prioritarias para la atracción de inversión extranjera, como lo son la manufactura liviana, cadena logística y nuevas tecnologías, agregaron los empresarios.
La CCIAP destacó la relevancia de que el Estado honre sus deudas con los proveedores y que se reactive el crédito como vías para mover la economía interna, para lo que también será útil extender, por 18 meses, las exenciones fiscales a las empresas e implementar días de venta sin impuestos acompañado por descuentos por parte de los comercios para incentivar el consumo.
«Urge tomar decisiones y entrar en acción para recuperar empleos», dijo la CCIAP, que pidió a la población «redoblar» las medidas de bioseguridad para frenar la COVID-19, que vive un repunte en Panamá, donde ya ha contagiado a 163,453 personas y matado a 3,039 desde el 9 de marzo pasado.