Tras la detención del ex presidente Ricardo Martinelli en Miami, Florida, donde se conoció que el gobierno panameño incorporó las declaraciones de Ismael Pitty al expediente de extradición fuera de la documentación aportada por la Corte Suprema de Justicia, salieron a relucir hechos que han dejado más preguntas que respuestas.
Y es que los señalamientos dados por Pitty en su declaración, le señalan como participante activo en los pinchazos ilegales, sin embargo, también se conoció que representa a Panamá en el Consejo de Delegados de la Junta de Delegados de la Junta Interamericana de Defensa de la Organización de Estados Americanos (OEA), habiendo confesado su participación en las violaciones a la intimidad de aproximadamente 150 panameños.
A esto, el vocero de Martinelli, Luis Eduardo Camacho, calificó de irónico que el ex presidente este siendo procesado y solicitado en extradición cuando no existe evidencia testimonial fiable ni documental que lo vincule en la realización de actividades contra la privacidad de las comunicaciones; las cuales ni siquiera se ha probado que fuesen hechas por estamentos de seguridad durante su periodo presidencial.
«Ismael Pitty reconoce que pinchó y por involucrar falsamente a Ricardo Martinelli, le dan como premio un cargo diplomático panameño. que devenga 10,000 dólares mensuales. Sin embargo el ex presidente Martinelli, niega la falsa acusación que se le hace sin pruebas documentales que lo vinculen, pero está procesado y detenido en Estados Unidos a solicitud de Panamá».
Con estos nuevos elementos, no queda claro como el gobierno panameño, en este caso, la policía nacional y la cancillería, siendo de conocimiento público el caso de los pinchazos, donde Pitty resulta ser uno de los principales protagonistas, mantenga un puesto de alta remuneración y no esté siendo procesado.