Ciudad de Panamá, (EFE).– Panamá acumuló hasta este domingo 26.030 casos confirmados y 501 muertes por la COVID-19, en medio de una escalada de la enfermedad y el pedido de las autoridades de más «conciencia y responsabilidad ciudadana» para frenar la propagación del virus.
En las últimas 24 horas se reportaron 808 nuevos casos y 8 fallecimientos por el SARS-CoV-2 en Panamá, mientras que «se mantienen 5 defunciones sospechosas por COVID-19, las cuales están en investigación».
Hay 724 pacientes hospitalizados, 129 en unidades de cuidados intensivos (UCI) y el resto en salas, y 10.446 en aislamiento domiciliario, de ellos 738 en hoteles que funcionan como hospitales.
Las ocho personas reportadas como fallecidas este domingo tenían más de 60 años, que es el rango etario que acapara la mayoría de los decesos por la COVID-19, y padecían de enfermedades crónicas. La letalidad del nuevo coronavirus en Panamá se sitúa en el 2 %.
Panamá, que este domingo llegó al día 104 de pandemia, sumó 5.344 contagios y 64 muertes esta semana, con cifras récord de nuevos casos el viernes (923) y el sábado (948).
La escalada de casos se registra cuando también está aumentando la toma de muestra para detectar la COVID-19, en especial en los focos en la capital y zonas aledañas, en general barrios populares donde viven familias en condiciones de hacinamiento y con servicios públicos deficientes como han reconocido funcionarios sanitarios.
Las autoridades vienen «fortaleciendo la dotación de camas, insumos, equipos esenciales y recurso humano para la atención de pacientes con COVID-19», indicó el Ministerio de Salud.
Pero, agregó, «lo más importante es que la ciudadanía comprenda que el virus es mortal y que todas las acciones emprendidas por el Gobierno Nacional solo buscan preservar el bien preciado de la vida, sin tener que llegar a escenarios parecidos a los acontecidos en otros países de la región».
Panamá llevada adelante una lenta reactivación de actividades económicas aunque el comercio no esencial, los restaurantes, hoteles, la educación y los eventos culturales y deportivos siguen cerrados.
En el país rige un toque de queda nocturno con la excepción de la capital y la provincia contigua de Panamá Oeste, donde está restringida la movilidad por género y a dos horas diarias de acuerdo con el número de identidad personal por la alta incidencia de la enfermedad.