La Organización Mundial de la Salud (OMS) apoya plenamente los esfuerzos de reapertura y espera que los niños regresen a la escuela y las personas regresen a sus lugares de trabajo, pero esto debe realizarse de manera segura a la luz de la pandemia de COVID-19, señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa virtual.
Tedros recalcó que ningún país puede simplemente fingir que la pandemia ha terminado.
«Ningún país puede simplemente fingir que la pandemia ha terminado ya que la realidad es que este coronavirus se propaga fácilmente, puede ser fatal para personas de todas las edades y la mayoría de ellos siguen siendo susceptibles a contagiarse. Si los países se toman en serio la apertura, deben tomarse en serio la supresión de la transmisión y la importancia de salvar vidas», subrayó.
Esto puede parecer un equilibrio imposible, pero no lo es, se puede hacer y se ha hecho, acotó el jefe de la OMS, quien agregó que solo se puede conseguir si los países tienen el control de la transmisión.
«Cuanto más control tengan sobre el virus, más se pueden abrir. Reabrir sin tener el control es una receta para el desastre», advirtió.
Tedros enfatizó que hay cuatro cosas esenciales que deben hacerse: evitar los eventos que expanden el contagio del virus; prevenir las muertes protegiendo a las personas vulnerables; ser responsable individualmente, que significa que los individuos deben desempeñar su papel preventivo mediante el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos con regularidad; encontrar, aislar, probar y atender casos, y rastrear y poner en cuarentena a los contactos.
Según Tedros, las decisiones sobre cómo y cuándo permitir las reuniones de personas deben tomarse con un enfoque basado en el riesgo y en el contexto local.