El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hoy que no tiene un plazo previsto para acabar con la actual operación militar en Gaza, mientras sigue el intercambio de fuego con las milicias palestinas y tras rumores ayer sobre un posible alto el fuego mediado por Egipto.
En declaraciones a periodistas, el jefe de Gobierno aseguró que Israel no está «con un cronómetro» ni tiene un margen de tiempo definido para poner fin a la escalada bélica con el enclave, que hoy entró en su décima jornada, informó el digital Times of Israel.
Netanyahu se reunió hoy con decenas de embajadores extranjeros y aseguró que «Israel hizo todo lo que pudo» para prevenir la ola de violencia, en referencia a decisiones de la Policía para calmar tensiones con los palestinos en Jerusalén Este o el aplazamiento de la decisión judicial sobre el desalojo de familias palestinas en el barrio de Seij Yarrah, factores detonantes de la escalada con Gaza.
«Estamos tratando de maximizar» la operación para restaurar «la tranquilidad y el período de calma que Israel pueda ganar», dijo el primer ministro en referencia a los ataques aéreos contra objetivos de las milicias de los grupos islamista Hamás e Yihad Islámica.
Para alcanzar esta meta, aseguró, «hay dos maneras de hacerlo: conquistar (Gaza), y eso es siempre una posibilidad, o poder disuadirlos» de atacar el territorio israelí.
«Estamos inmersos ahora en (aplicar) una disuasión contundente, pero no descartamos nada», advirtió en relación a una posible incursión terrestre en el enclave, algo que por ahora no se ha producido.
La reunión del primer ministro con decenas de diplomáticos se produce tras días de intentos de mediación y llamamientos internacionales para que las partes alcancen una tregua que por ahora no se ha materializado.
A su vez, medios israelíes informaron ayer sobre un posible alto el fuego con mediación egipcia que entraría en vigor el jueves por la mañana, aunque Netanyahu no hizo mención hoy a esa posibilidad.
Según aseguró, en todo ataque sobre Gaza, los cuerpos de inteligencia del Ejército intentan «evitar daños colaterales» y víctimas civiles.
«Si las democracias de todo el mundo atacan a Israel por ello en lugar de Hamás, actuarán torpe e irresponsablemente» y recompensarán «al terrorismo», agregó en sus redes sociales.
Desde el estallido de la escalada el pasado 10 de mayo, las milicias gazatíes han lanzado al menos 3,750 cohetes hacia Israel. El Ejército, por su parte, ha respondido con más de un millar de ataques a objetivos del enclave costero.
Hasta el momento, la violencia se ha saldado con 219 víctimas palestinas en Gaza, entre ellos 63 menores, y 12 muertos en Israel, incluyendo también a dos menores.