La ruta comercial más breve, que se encuentra en Europa, se completa en menos de dos minutos
El avión es el mayor acelerador del turismo, por su capacidad para salvar distancias en un breve plazo de tiempo. Asombran rutas como la de Singapore Airlines, que desde el pasado mes de octubre, realiza el vuelos más largo del mundo sin escalas 16.700 kilómetros, entre Singapur y Nueva York. Sin embargo, el avión también sirve para trayectos excesivamente cortos.
Los motivos de estos vuelos son siempre por accidentes geográficos. La mayoría de estos trayectos de mínimos recorridos sirven para viajar entre islas o salvar accidentes geográficos dentro del mismo territorio. La mayoría de estos trayectos de cortos recorridos son para unir islas cercanas que suelen pertenecer al mismo archipiélago; es el caso de Westray y Papa Westray, dos pequeñas islas escocesas separadas por tres kilómetros. La compañia Loganair realiza esta ruta desde 1967, con un precio de 7,25 libras por pasajero. La duración del trayecto es de dos minutos, aunque el récord está en 53 segundos.
Vuelos de menos de 70 segundos
Es el vuelo regular más corto, pero existe otro con periodicidad no definida, que es espectacular. Conecta los aeródromos de Kegata y Apowo, en el archipiélago indonesio de Papúa Occidental, los dos a más de 4,500 metros de altitud y separados por menos de dos kilómetros. Recorrer esa distancia supone adentrarse en un profundo y accidentado valle, por esto la opción más viable es realizarlo en 70 segundos de vuelo en avioneta.
En Molokai, isla del archipiélago de Hawai, tiene una ruta que separa su destino por tan solo dos kilómetros, y sin salir de la propia isla. Este curioso vuelo comercial con una ruta tan corta y en una isla tan pequeña se debe a que entre Ho,olehua y Kalaupapa, ciudades de salida y destino respectivamente, existe un acantilado de los más altos del mundo, con una altura sobre el nivel del océano Pacífico de hasta 1.010 metros. Su precio para salvar este accidente geográfico cuesta 60 dólares y la duración es de 15 minutos.
No solo hay vuelos cortos en las partes más exóticas del mundo, también los hay en el corazón de Europa, o los había hasta 2017, ya que la compañía Niki programaba un vuelo comercial entre San Galo, en Suiza, y Friedrichshafen, en Alemania, de ocho minutos de duración y 20 kilómetros de recorrido. Viajar en coche de una a otra ciudad supone una hora y media de viaje, por eso surgió la idea de unir por el aire las dos ciudades, pero no llegó al número esperado de pasajeros.
Otro vuelo internacional que sostiene ser el más corto es el que recorre 19 kilómetros, entre la isla Neerlandesa de San Martin y la isla Británica de Anguita, y el vuelo tiene una duración de menos de diez minutos.
¿Tiene miedo a volar?, posiblemente estos viajes express sean la mejor manera de empezar a superar esa barrera.