La decisión de las autoridades chinas de confinar varias zonas del Área Económica del Aeropuerto de Zhengzhou, en la provincia de Henan (centro), pone en aprietos a la mayor planta mundial de ensamblaje de teléfonos móviles iPhone que se encuentra allí, perteneciente a Foxconn Technology.
El anuncio del confinamiento fue divulgado anoche con efecto inmediato e implica la prohibición de movimiento en las zonas afectadas.
El personal de la fábrica fue sometido a pruebas PCR en los últimos días, según publica hoy el diario South China Morning Post.
Por el momento ni Foxconn ni Apple se han pronunciado sobre las consecuencias de estas medidas, que podrían comprometer la cadena de suministros del gigante tecnológico, ya afectada por el parón obligado de otros proveedores ubicados en el este del país como Pegatron Corp (en la provincia de Jiangsu) y Quanta Computer (Shangái).
Foxconn ya tuvo que cerrar sus plantas en Shenzhen (sur) durante dos semanas, aunque éstas ya han reiniciado su producción.
Las duras medidas de contención de China, que insiste en aplicar su política de cero covid y ha confinado a millones de personas ante los grandes rebrotes causados por la variante ómicron, han repercutido ya en las cadenas de suministros del país asiático al provocar un goteo ininterrumpido de paralizaciones en la producción y el transporte.
He Xiaopeng, cofundador y presidente de Xpeng, uno de los principales fabricantes de vehículos eléctricos de China, alertó el viernes de que esta industria podrían verse obligada a suspender su producción en mayo si sus suministradores en la metrópolis oriental de Shanghái, que continúa bajo un estricto confinamiento, siguen sin poder reactivar sus fábricas por las restricciones.
También el director ejecutivo de Huawei y consejero delegado de la unidad de negocio de soluciones inteligentes para automoción de la tecnológica, Yu Chengdong, compartió los pronósticos pesimistas para las cadenas de suministro industriales por el confinamiento en Shanghái, hogar de 26 millones de personas.