El Canal de Panamá ha traído grandes aportes y beneficios al país y permitiría integrar mejor el territorio, diversificar las actividades productivas y aprovechar las ventajas comparativas para incrementar la competitividad de Panamá en el mercado global, coincidieron los economistas Guillermo Castro y Julio Rosado durante la presentación del capítulo sobre Panamá de la publicación «Patrones de desarrollo económico en los seis países de Centroamérica (1950-2018)» coordinada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sede Subregional en México.
Los autores identificaron el modelo de desarrollo panameño como transitista, en función de su enorme dependencia al volumen de tránsito del comercio internacional por el Canal en detrimento de una mayor integración territorial y desarrollo en los sectores agrícola e industrial.
Hugo Beteta, uno de los coordinadores de la publicación explicó que en la tradición de la Sede Subregional de la CEPAL en México que él dirige, de realizar con regularidad miradas de largo plazo en el desarrollo de la región, con esta investigación se quiso profundizar en el análisis de la evolución de la estructura económica y social de cada uno de los países, empleando el enfoque histórico estructural de la cepalino con un periodo de análisis muy amplio de casi siete décadas y da voz a investigadores y autores centroamericanos.
Beteta recordó que después del Periodo de Sesiones de la CEPAL en San Salvador (2014) la subsede en México publicó «Cambio Estructural y Crecimiento en Centroamérica y la República Dominicana: un balance de dos décadas, 1990-2011», con un enfoque «cross country» y que antecede la publicación presentada hoy en Panamá.
La también coordinadora de la publicación y Directora Adjunta de la CEPAL en México, María Castro, explicó que la investigación realiza un análisis de las semejanzas y diferencias de los patrones de desarrollo de los seis países centroamericanos, para lo cual se utilizaron cuatro criterios indicativos: ritmos de crecimiento, fases de crecimiento entre 1950 y 2017, avance en la diversificación de la estructura productiva, y desempeño en términos de ingreso por habitante, niveles de pobreza, gasto social público y distribución del ingreso. En función de dichos criterios, agregó la economista, dos países son singulares y distintos al resto: Costa Rica y Panamá; Guatemala, El Salvador y Honduras, son semejantes y, finalmente, Nicaragua ha tenido un comportamiento muy diferente al resto.
El economista brasileño y coordinador del documento, Ricardo Bielschowsky, explicó que la metodología para hacer el estudio se basó en el análisis de la trilogía del crecimiento del PIB, la inversión, y la productividad laboral para determinar las distintos patrones de desarrollo a lo largo de casi siete décadas para conocer el movimiento en las estructuras productivas y sociales nacionales a lo largo del tiempo, considerándose la dotación de recursos, los efectos de las políticas y de los cambios institucionales nacionales, así como el entorno económico internacional en el cual se insertan las economías
El Presidente Ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber, Jorge Arosemena agradeció que diplomáticos, representantes de las agencias, fondos y programas de la ONU en Panamá, académicos, empresarios y estudiantes atendieran en forma presencial o virtual al Seminario y recordó que la Fundación albergó esta actividad porque se formó para promover una comunidad innovadora con un enfoque humanista, innovador y empresarial.
El Seminario concluyó con un panel de debate sobre el caso panameño en donde participaron Aracelly de León, Directora del Instituto de la Mujer – IMUP, Universidad de Panamá y los académicos Claudia Cordero y Richard Morales.
Con la publicación «Patrones de desarrollo económico en los seis países de Centroamérica (1950-2018)«, la CEPAL pretende contribuir a la construcción de una visión renovada de los estilos de desarrollo basados en una nueva relación entre el Estado, el mercado, la sociedad y el ambiente. El libro es producto de la iniciativa conjunta con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega.