Cuando parecía que Kylian Mbappé, quien puede ser su próximo jugador, le había triturado, cuando parecía que su festival había acabado con el Real Madrid, el conjunto de Carlo Ancelotti se levantó de la lona de la forma más imprevista y, en un alarde de coraje, de recuerdo de aquellas noches de remontada, al amparo de un triplete de Karim Benzema, liquidó al todopoderoso PSG del tridente (Messi, Mbappé, Neymar) y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Otra noche de las que pasarán al recuerdo del madridismo, que contempló enfervorizado, en un Santiago Bernabéu enloquecido, la reacción de su equipo ante un rival que había sido más que superior, con un Mbappé estelar, un Neymar y un Messi como lanzadores de lujo, y un conjunto propio que había desvelado algunas de sus lagunas.
La última remontada europea del Madrid se produjo ante el Wolfsburgo con un triplete de Cristiano Ronaldo. Esta vez de su delfín y compañero en tantas batallas, Benzema, que fue por un balón imposible, forzó el fallo de Donnarumma en la salida del esférico y ahí comenzó la remontada.
El PSG no supo reponerse del golpe, y Karim Benzema sentenció la eliminatoria a los 76 y 78 minutos, con algunos desaciertos de la defensa parisina.
Los dirigidos por Mauricio Pochettino no supieron reaccionar, y Messi, el siete veces Balón de Oro simplemente se apagó.
La eliminación del PSG es un gran fracaso para el conjunto de la LIGUE 1, quien con millones ha formado un conjunto de super estrellas, pero que no fueron suficientes para frenar la envestida del 13 veces campeón de la Copa de Europa.