El representante Dusty Johnson (R-S.D.) planea presentar un proyecto de ley que autorizaría al presidente de Estados Unidos a negociar la compra del Canal de Panamá, con el objetivo de colocarlo bajo control estadounidense. Esta iniciativa coincide con las recientes declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien ha impulsado la idea en las últimas semanas.
Johnson anunció que presentará la «Ley de Recompra del Canal de Panamá» este jueves, según informó The Hill.
“El presidente Trump tiene razón al considerar la adquisición del Canal de Panamá. La creciente influencia de China en la región es motivo de preocupación. Estados Unidos debe proyectar su fuerza a nivel internacional, y poseer y operar el Canal de Panamá podría ser un paso importante hacia un país más fuerte y un mundo más seguro”, afirmó Johnson en un comunicado.
El proyecto de ley autorizaría al presidente, en coordinación con el Secretario de Estado, a negociar con el Gobierno de Panamá para readquirir el canal. Según el borrador compartido con The Hill, la propuesta incluye la posibilidad de realizar esta adquisición por una suma simbólica de un dólar, evocando los términos de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que transfirieron el control del canal a Panamá.
El proyecto también establece que, en caso de aprobación, el presidente deberá presentar un informe al Congreso dentro de 180 días, detallando los avances en las negociaciones, posibles desafíos y resultados esperados.
En diciembre, Trump criticó el acuerdo firmado por el expresidente Jimmy Carter, calificándolo como un acto de entrega imprudente. Durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Trump expresó: “El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Actualmente, lo opera China, no Panamá, y esto debe cambiar”.
A pesar de las intenciones de Johnson y Trump, la propuesta enfrenta escepticismo incluso entre los republicanos. El presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, Roger Wicker (R-Miss.), comentó recientemente: “Creo que estas declaraciones tienen más aspiraciones que fundamentos”.
La propuesta se suma a otras ambiciones controvertidas de la administración, como la adquisición de Groenlandia. Sin embargo, las posibilidades de que estas ideas se materialicen parecen limitadas.