La Iglesia Católica tiene un nuevo líder espiritual, luego que hoy, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fuese elegido como el Papa número 267, adoptando el nombre de León XIV. Su elección marca un hito histórico al ser el primer pontífice originario de Estados Unidos y el primero con nacionalidad peruana.
La fumata blanca apareció a las 18:07 (hora local del Vaticano) desde la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que los 133 cardenales reunidos en el cónclave habían alcanzado el consenso necesario en la cuarta votación. Minutos después, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunció desde el balcón central de la Basílica de San Pedro: “Habemus Papam”. Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro celebraron con júbilo la noticia.
Un pontífice con raíces americanas y espíritu agustiniano
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Prevost tiene una trayectoria destacada dentro de la Orden de San Agustín. Fue prior general de la orden entre 2001 y 2013. Su labor misionera en Perú, donde sirvió por más de 40 años y fue obispo de Chiclayo, le otorgó la nacionalidad peruana. En enero de 2025, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos.
León XIV es el primer papa agustino en la historia de la Iglesia Católica. Su elección refleja una continuidad con las reformas y el enfoque pastoral de su predecesor, el Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025.
Primeras palabras y visión pastoral
En su primer discurso como sumo pontífice, León XIV expresó su gratitud por el legado de Francisco y dirigió un mensaje de paz a todos los pueblos. Habló en español a su antigua diócesis de Chiclayo, mostrando su cercanía con la comunidad latinoamericana.
El nuevo Papa también destacó su compromiso con la justicia social y la inclusión, valores que han caracterizado su ministerio. Su elección del nombre León XIV evoca a papas anteriores como León I el Magno y León XIII, conocidos por su liderazgo y compromiso social.