El premio Nobel de Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz y el especialista anticorrupción, el suizo Mark Pieth renunciaron al comité creado por el gobierno panameño luego del escándalo de los “Panama Papers” para reformar el sector financiero panameño, señalando la falta de compromiso y transparencia por parte del gobierno panameño.
«Creemos que es esencial que nuestras conclusiones se hagan públicas y que se permita a los miembros del comité hablar libremente», explicaron ambos en una declaración común.
Algunos medios de comunicación internacional han indicado que una de las razones para abandonar el comité, se debe a que los especialistas recibieron a finales de julio una carta del gobierno panameño en la que se indicaba que únicamente el presidente de Panamá podía decidir si se publicaban las conclusiones.
Ambos expertos renunciaron el viernes al Comité Independiente de Expertos creado por el gobierno de panameño para investigar la falta de transparencia en las prácticas financieras.
Stiglitz señaló que el gobierno panameño no quizó comprometerse a difundir públicamente el informe. ¿Cómo se puede formar un comité de transparencia si uno mismo no es transparente?», se preguntó.
En su comunicado, los especialistas estimaron que la restricción impuesta por el gobierno panameño se acercaba a la censura.
«Tuvimos un problema con el gobierno de Panamá, no con los otros miembros del grupo», explicó Pieth según lo publicado por la Agencia Francesa de Presa.
Según su declaración, Pieth y Stiglitz consideran que las divergencias irreconciliables son tan grandes que, en su opinión, la comisión debería ser disuelta.
Siendo Panamá un lugar de servicio y con crecimiento económico, la falta de transparencia está dañando el gobierno actual; por eso ha bajado en las encuetas. En entrevista al diario suizo «SonntagsZeitung», Mark Pieth, docente de derecho en la Universidad de Basilea, se refirió a la carta remitida por el gobierno panameño como «bastante grosera». he informó «No redactamos informes secretos». Creo que la transparencia es la primera regla para contar con una plaza financiera limpia.