¿Es General Electric otro fraude como en su día pasó con Enron?
El mantra se repetía una y otra vez «Es demasiado grande para caer», era la frase repetida continuamente por los expertos, se referían a Enron, una compañía energética estadounidense que en 2001 tuvo que cerrar, dejando a 21,000 empleados en el paro, cuando se descubrió el descomunal fraude que sus cuentas escondían: maquillaba sus hiperpérdidas con la actividad de sus propias filiales, avalada por la todopoderosa consultora Arthur Andersen, que era una de las cinco mayores auditoras del mundo,y que hoy tampoco existe.
Pero General Electric no es Enron, la realidad es que es muchísimo más grande. Con más de 400,000 empleados en todo el mundo, un negocio muy diversificado, que va desde infraestructuras eléctricas hasta medios de comunicación, y que esta semana está en el ojo del huracán por haber salido a la luz un polémico informe financiero.
Sus acciones rebotaron la semana pasada en Wall Street, pero sin superar el desplome del 12% que sufrió días antes, cuando el analista Harry Markopolos hiciera público un informe demoledor, de 175 páginas, en el que acusa a la compañía de ocultar en cuentas falseadas un fraude que posiblemente sea «mayor que Enron», que se vendría repitiendo desde 1995 y que ascendería a 38.000 millones de dólares.
«Mi equipo se ha pasado 7 meses analizando la contabilidad de General Electric y creemos que el fraude de 38.000 millones de dólares que nos hemos encontrado es sólo la punta del iceberg», aseguró Markopolos después de hacer público su informe.
Nada más hacerse público el informe, los títulos de GE, entraron en caída libre, hasta cerrar con unretroceso del 11,3 %. La pregunta es tanto poder tiene el informe de un único analista?. Pues sí, y la causa es el nombre del firmante. Markopolos fue quién en 1999 dio la voz de alarma ante la SEC, (Securities and Exchange Comissión), sobre las prácticas del célebre inversor Bernard Madoff.
Al principio no hicieron mucho caso, y tuvo que pasar casi 10 años desde que su denuncia sobre el esquema Ponzi de Madoff fuera investigado y terminando con él en la cárcel, condenado a 150 años, y aflorando una estafa piramidal de unos 52.000 millones de dólares.
El demoledor informe tuvo un efecto casi inmediato en la Bolsa de Nueva York, y sus títulos se desinflaron bruscamente. La compañía salió al paso acusando al analista de buscar una caída del valor de sus acciones por interese propios.
«El Sr. Markopolos reconoce abiertamente que es compensado por fondos de cobertura. no identificados. Estos fondos estan motivados financieramente para intentar generar ventas en corto en las acciones de empresas para crear una volatilidad innecesaria», se defendió GE en un comunicado.
«La compañía nunca se ha reunido, hablado o entrado en contacto con Markopolos y estamos muy decepcionados de que un individuo sin conocimientos directos de GE elija presentar unas acusaciones tan graves y no corroboradas», continuó. «GE opera con los mayores niveles de integridad y respalda sus informes financieros», zanjó.
Markopolos no cambió ayer su postura tras la reacción de la compañía. Los que sí lo hicieron fueron los accionistas. El consejero delegado de GE, Larry Culp, invirtió según noticias de Europa Press, casi 2 millones de dólares para comprar 252.200 acciones. Los títulos remontaban por encima del 8%.