Argentina olvidó su sorpresiva e histórica derrota ante Arabia Saudí en su estreno mundialista venciendo (2-0) a México para no decir adiós a su sueño, en un duelo en el que el combinado azteca quiso arañar algo positivo para extender sus opciones pero se topó con un gran Leo Messi, que se vistió de héroe para los suyos.
Scaloni modificó el dibujo de su equipo con cinco caras nuevas en el once. El técnico de la doble campeona del mundo dio entrada a Montiel, Lisandro y Acuña en defensa, en detrimento de Molina, Romero y Tagliafico, mientras que Paredes y el ‘Papu’ Gómez dejaron su sitio a Mac Allister y Guido Rodríguez. Un plan que resultó efectivo, pero que no encontró su premio hasta la segunda parte con los buenos goles de Messi y Enzo Fernández.
Con esta victoria la albiceleste se coloca segunda del Grupo C y depende de sí misma para conseguir un billete a los octavos de final, aunque así están todos. Un triunfo en la última jornada ante Polonia podría incluso dejarles líderes, aunque todo dependerá de lo que suceda en el choque entre Arabia Saudí y un combinado mexicano que apurará sus opciones antes de decir adiós.
La ansiedad por querer demostrar con premura que lo de la primera jornada fue solo un tropiezo condenó a los argentinos durante buen parte de la primera mitad. Faltos de ideas y con un fútbol poco fluido, la albiceleste no terminó de encontrar a un Leo Messi cubierto en todo momento por dos jugadores mexicanos.
Bajo la premisa de no conceder nada al rival, ambas selecciones se olvidaron de la parte ofensiva, dejando unos primeros 45 minutos en los que los dos porteros no tuvieron que intervenir. La jugada más clara llegó al borde del descanso con un testarazo de Lautaro Martínez que se marchó desviado, mientras que el ‘Tri’ tuvo la suya con una falta botada por Alexis Vega que blocó el Dibu Martínez.
MESSI SALE AL RESCATE DE ARGENTINA
Le cambió la cara a Argentina tras el descanso sabedora de la necesidad de los tres puntos para mantener vivas sus aspiraciones. La albiceleste decidió dar un paso al frente y volcar todo su juego sobre el área rival, defendida por un muro mexicano. Sin embargo, Leo Messi encontró la fisura y tras recibir de Di María un balón al borde del área, se inventó un disparo desde la frontal que rompió la igualada y desató la locura en el banquillo sudamericano.
El ’10’ argentino, líder de los suyos, volvió a aparecer cuando más lo necesitaba su equipo y, con esa zurda que sigue maravillando, ajustó un balón a la cepa del poste ante el que poco o nada pudo hacer el ‘Memo’ Ochoa. A partir de ahí, buenos minutos de la albiceleste, que, casi con el tiempo cumplido, acabaría sentenciando el choque con un gran golpeo de Enzo Fernández a la escuadra a pase del propio Messi.