Después de un año de especulaciones, el presidente del PSG, el catarí Nasser Al-Khelaifi, fue el encargado de frustrar de nuevo al Real Madrid y anunciar él mismo, en pleno Parque de los Príncipes, que Kylian Mbappé se queda en París.
El último encuentro de Liga, teóricamente intrascendente para un PSG que es campeón hace semanas, se convirtió en una nueva demostración de poder de la entidad parisina. En un estadio lleno y por sorpresa, Al-Khelaifi se subió a un estrado en pleno césped junto a Mbappé para anunciar que la estrella francesa renovaba tres años.
«Hoy tengo una muy buena noticia que daros», comenzó Al-Khelaifi con micrófono en mano. El dirigente catarí precisó entonces que la joya de la corona se queda hasta 2025 y agradeció a la hinchada el apoyo.
El bombazo lo había soltado el máximo dirigente del PSG y no el jugador, como se había especulado durante la semana, una manera de dejar claro que la entidad parisina está por encima de los futbolistas. El Real Madrid se lleva unas segundas calabazas de Mbappé, después de las de 2014, cuando era un adolescente.
El Parque de los Príncipes reaccionó con jolgorio y fue el turno de la estrella francesa.
«Estoy muy contento de estar aquí en Francia, en París, en mi ciudad. Siempre he dicho que esta es mi casa y quiero poder seguir haciendo lo que siempre me ha gustado: jugar al fútbol y ganar títulos», afirmó el número 7 del PSG.
Como guinda final, un espectáculo pirotécnico y los gritos de los hinchas enardecidos que coreaban el nombre del chaval de Bondy.
Los entresijos de esta renovación, para muchos una sorpresa, se podrán conocer los próximos días, aunque la prensa local ya ha adelantado algunos factores que han convencido a Mbappé y su familia de prolongar su estancia en París, hasta 2025, cuando tenga 26 años.
El cese del actual entrenador, el argentino Mauricio Pochettino, y del director deportivo, el brasileño Leonardo, estarían entre las condiciones presentadas por Mbappé, quien busca un proyecto netamente ganador para poder levantar su primera Liga de Campeones, el gran trofeo que le falta después de haber vencido el Mundial en 2018.
Se especula que el portugués Luis Campos, el antiguo director deportivo del Mónaco, podría ser el sustituto de Leonardo. Campos ya trabajó con Mbappé en el Principado.
También pesaron las astronómicas condiciones económicas que le ofrece el club: será el mejor pagado de la plantilla, por delante de los 40 millones de euros anuales del argentino Leo Messi.
Manteniendo a la joya del fútbol mundial, la meta del PSG es levantar al fin la «Orejona» que se le resiste desde que está controlado por capital catarí hace 11 años.