Con el lanzamiento del nuevo y costoso iPhone X, llegan al mercado innovaciones de inteligencia artificial. Pero los rivales no duermen.
Los analistas tecnológicos de todo el mundo coinciden en que la última generación de iPhones de Apple con su chip biónico A11 es un hito en el camino hacia la verdadera inteligencia artificial (IA).
Es el nuevo motor neuronal AI de la compañía que seguramente será un gran impulsor en la adopción de la inteligencia artificial en los teléfonos inteligentes en general. La tecnología «System on Chip» (SoC) reemplaza la unidad de CPU estándar y promete contener todo, desde un procesador de gráficos, un controlador USB, componentes inalámbricos y mucho más, todo en un solo chip.
El iPhone X lo tiene, pero el teléfono también tiene su precio. El último iPhone de Apple cuesta alrededor de $ 1,000 (860 euros) en su edición básica de 64 GB.
Si bien esto pueda resultar demasiado para el bolsillo del comprador, eso no evitará que la tecnología se propague como la pólvora, dice Peter Richardson de Counterpoint Research, una empresa de análisis de la industria global con sede en Asia. «La capacidad de IA llegará a los teléfonos inteligentes, ya sea que los consumidores lo quieran o no», dijo Richardson a DW.
Segmento muy disputado
Pero los rivales de Apple tampoco descansan sobre sus laureles. Por ejemplo Huawei en China. La compañía cuenta con el nuevo chip llamado Kirin 970 que se incorpora en el próximo Mate 10 Pro, un verdadero teléfono IA que obtendrá su inteligencia no desde la «cloud», el almacenamiento nube, sino desde su propio chip integrado. Se espera que el teléfono llegue al mercado alemán hacia fines de este mes con un precio alrededor de 800 euros.
La carrera está en marcha. De acuerdo con un nuevo estudio de Counterpoint, uno de cada tres teléfonos inteligentes en venta en 2020, aproximadamente más de 500 millones, contará con la integración de chips con capacidad de aprendizaje automático.
En una etapa inicial, estos chips nos ayudarán a hacer las cosas mucho más rápido y de una manera más eficiente. Pero no se detendrá ahí. El consultor de negocios Thomas Coughlin dice que se tratará de aprendizaje profundo, una rama de la inteligencia artificial que «reconoce patrones a medida que se presentan». Para él es la razón por la que el reconocimiento de imágenes, la transcripción del habla, y la traducción serán mucho más precisos.
Las unidades de procesamiento neural pueden manejar datos basados en los hábitos diarios de los usuarios, comportamientos pasados y hacer predicciones sobre lo que harán a continuación. Esto puede sonar alarmante para muchos de nosotros, pero Coughlin argumenta que también puede significar una «ayuda personal nunca antes vista».
«Una cosa a tener en cuenta es que muchas de las capacidades del teléfono actual de 1.000 dólares estarán disponibles en teléfonos mucho menos costosos en unos cinco años», dijo Coughlin. «Por supuesto, en el futuro, los teléfonos caros serán capaces de hacer aún más cosas».
Autor: Hardy Graupner (GG/ER)