Temporada baja en el sector hotelero está marcada por la reducción de personal y las ofertas para aumentar la ocupación.
Con el inicio de las clases en los planteles educativos del país y el paso del último feriado de primer semestre del 2018 (Día del trabajador) también llega la temporada baja de los hoteles, uno de los pocos mercados del país cuyo dinamismo se ve fuertemente afectado durante la segunda mitad del año, reduciendo su ocupación hasta en un 70%.
La mejor temporada para los hoteles en general, pero con mayor oportunidad para los pequeños hoteles, son los meses comprendidos entre noviembre y mayo, época en la cual se celebran los Carnaval, las ferias y festivales regionales más grandes, Semana Santa, y cuya celebración está acompañada por el sol del verano.
Sin embargo, los meses comprendidos entre mayo y octubre resultan un verdadero desafío para el sector.
De acuerdo con cifras de la Asociación de Pequeños Hoteles de Panamá (Hoppan), el turismo interno, incluyendo los extranjeros que viven y trabajan en Panamá., representa entre un 80% y 90% de la ocupación para los pequeños hoteles. No obstante, esta cifra solía ser mayor, y ha disminuido alrededor de 20% desde los dos últimos años.
Héctor Golcher, presidente de Hoppan, explicó que esta disminución en el ritmo normal de ocupación por turismo interno, ha decaído a raíz de diversos factores como el aumento en el desempleo, el alza del costo de vida y los sobresaltos en el país aunados a la corrupción, inseguridad, huelgas, etc.
Soluciones a corto plazo
Entre las estrategias establecidas por algunos de los pequeños hoteles, se encuentra la reducción de personal hasta en un 70%, sobre todo en aquellos que solo ofrecen hospedajes y que no tienen servicios como restaurantes, piscinas, deportes acuáticos y actividades terceras que, en términos de ingreso, puedan suplir la falta de ocupación a través de los pasadías u otras ofertas.
“La temporada baja es una lucha de resistencia y debemos prepararnos para subsistir con la planilla mínima posible sin llegar a cerrar operaciones”, comentó el hotelero, Alfredo Guicciardi.
Sin embargo, los hoteles cuyo catálogo de servicios es más amplio, la estrategia se enfoca en desarrollar ofertas para ocupar los días de semana. De lunes a viernes, la ocupación hotelera ronda el 30% aproximadamente, mientras que los fines de semana puede llegar al 55%.
De acuerdo con Golcher, “la temporada baja significa prepararnos, re-inventarnos con nuestros flujos de caja y sobre todo, la docencia de actividades, dar a conocer que en el país hay mucho por explorar y actividades por realizar.