Pep Guardiola no pudo sacar a Harry Kane el verano pasado del Tottenham Hotspur. El Manchester City hizo dos ofertas, una de 100 millones de libras (120 millones de euros) y otra de 150 (175 millones de euros), pero fue incapaz de convencer a Daniel Levy, presidente del club londinense, de que se lo vendiera. Pero ahora, el Manchester City ha pactado la compra de Erling Haaland, uno de los delanteros más codiciados de Europa.
La web deportiva «The Athletic», aseguraba que el fichaje estaba hecho y que era cuestión de tiempo el anuncio. La oferta económica que los directivos Ferran Soriano y Txiki Begiristain han puesto sobre la mesa ha sido lo suficientemente jugosa para convencer al noruego de que su destino no está en el Real Madrid, sino en Mánchester.
El portavoz de la familia, Jan Aage Fjørtoft, en su cuenta personal de Twitter dijo: «Finalmente se ha tomado una decisión».
Con este fichaje, el City se hace con un hombre que atesora casi un gol por partido en sus tres temporadas en el Borussia Dortmund, unos registros que recuerdan a los de Messi y Cristiano Ronaldo en su mejor época. Encuentra Guardiola un objetivo que recibirá los pases de Foden, De Bruyne y Cancelo, y que culminará las contras que lancen Sterling y Riyad Mahrez.
A sus 21 años, Haaland es el futbolista más prometedor del mundo, junto a Kylian Mbappé, y su salida del Borussia era cuestión de tiempo. Por eso quien fuera su agente, el recientemente fallecido Mino Raiola, le protegió con una cláusula de rescisión al tercer año de contrato inferior a los 80 millones de libras (90 millones de euros).
Cuando el City la active, se hará con el delantero que el equipo busca desde que Sergio Agüero, el extranjero con más goles en la historia de la Premier, pegara un bajón deportivo hace un par de temporadas por una lesión de rodilla.
Haaland seguirá los pasos de su padre y recalará en la Premier League, pero en un escenario muy diferente. Alfie Haaland jugó en el Nottingham Forest, en el Leeds United y en el Manchester City anterior a los petrodólares. Su carrera terminó de forma abrupta tras una venganza de Roy Keane, que en un derbi de Mánchester le rompió la rodilla izquierda.
Con información de Agencia EFE.