Las aguas bajan cada día más revueltas en la sede del FC Barcelona, y su presidente Josep María Bartomeu, cada día más acorralado desde que saltó el escándalo del «Barçagate». Su decisión para evitar una moción de censura desde su propia junta directiva, de prescindir de cuatro directivos, dos de ellos vicepresidentes, se está volviendo en su contra y amenaza con acabar por vía rápida con su mandato.
Según el diario catalán La Vanguardia en su edición digital, a Josep Pont, Silvio Elías, Emili Rousaud y Enrique Tombas, quienes eran los «invitados» por Bartomeu para salir de la directiva por las discrepancias existentes en la gestión de presidente, se les han unido dos nuevos directivos díscolos: María Teixidor y Jordi Calsamiglia.
Los seis directivos entregaron, ante notario, una carta conjunta de dimisión que «podría incluir elementos críticos e incluso comprometedores sobre la gestión actual», posteriormente han comunicado al presidente Bartomeu su decisión irrevocable.
La dimisión de los hasta ayer directivos ha sido conjunta y organizada para dar a conocer a la opinión pública el desencuentro con la forma de gestionar la entidad por parte del presidente «culé», cuya figura queda en estos momentos muy cuestionada. Los hechos que han rebosado la paciencia de los críticos directivos fue el caso denominado «Barçagate», por el que presuntamente se contrató a una empresa para manchar la imagen de los futbolistas del Barcelona en las redes sociales.
Todo apunta a que la idea de realizar este tipo de maledicencias, ha partido del propio club. También apuntan sus discrepancias a la negociación con los jugadores del primer equipo para pedirle una rebaja del salario por la crisis.