La campaña de reelección del presidente de EE.UU., Donald Trump, insistió este viernes en que aún puede hacerse con la victoria a pesar de que los datos favorecen a su rival, Joe Biden, y de manera contundente aseguró: «Estas elecciones no han terminado».
Sin aportar pruebas, uno de los abogados de Trump, Matt Morgan, consideró «falsas» las proyecciones de los medios de comunicación que dan a Biden el liderazgo en el conteo de Pensilvania, Georgia, Nevada y Arizona, estados que el mandatario necesita para darle la vuelta a la tendencia actual.
Biden suma 264 delegados en el Colegio Electoral (aunque algunos medios cuestionan los 11 de Arizona), mientras que Trump tiene 214. Ambos necesitan un mínimo de 270 para ganar las elecciones.
En las últimas horas, Biden ha arrebatado el liderazgo a Trump en Pensilvania y Georgia, aunque los conteos todavía están en curso y no se ha declarado oficialmente un ganador.
En concreto, Biden lidera con un 49,4% en Pensilvania, mientras Trump acumula 49,3%, con un margen de 5,587 votos; y, en Georgia, Biden está por delante con un puñado de poco más de 1,090 votos, aunque oficialmente hay un empate técnico a 49,4%.
En Nevada, Biden lidera con un 49,4% frente al 48,5% de Trump con menos de 11.500 votos de distancia; y, en Arizona, el demócrata tiene 50,1% de los sufragios frente 48,5% de su rival, unos 47,000 votos de diferencia.
Aunque varios medios proyectaron Arizona para Biden la noche electoral cuando la diferencia era de más de 200,000 votos, algunos expertos apuntan ahora a que el margen actual es demasiado pequeño para saber quién ganará.
Dados estos datos, la campaña de Trump consideró que habrá un recuento en Georgia, donde el margen entre los dos candidatos es muy justo, y además insistió en alegar que hubo fraude en algunos de esos territorios, una afirmación falsa que no han sustentado con ninguna prueba.
«Biden está confiando en estos estados para su falso reclamo sobre la Casa Blanca, pero una vez que la elección sea definitiva, el presidente Trump será reelegido «, dijo Morgan.
En una comparecencia el jueves por la noche en la Casa Blanca, Trump, desafió a todo el sistema electoral del país al cuestionar sin pruebas la legitimidad de millones de votos emitidos por correo.
Unos 65 millones de estadounidenses han usado ese método para votar en estas elecciones, la mayoría de ellos demócratas que querían evitar aglomeraciones en el contexto de la pandemia.
Ese escrutinio del voto por correo es el que ha retrasado el resultado de las elecciones, y Trump ha allanado el terreno desde hace meses para desacreditarlo, al insistir sin pruebas en que puede dar lugar a fraude.