La próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Portugal. El anuncio se hizo este domingo al concluir la misa de envío, que encabezó el Sumo Pontífice el papa Francisco, en el campo San Juan Pablo II, ante miles de peregrinos y con la presencia del presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez y la primera dama, Lorena Castillo de Varela.
Al presidente Varela lo acompañaron sus homólogos de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien festejó el anuncio; de Costa Rica, Carlos Alvarado; de Colombia, Iván Duque; Guatemala, Jimmy Morales; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de Honduras, Juan Orlando Hernández.
También estuvieron presentes el Gran Hospitalario de la Orden de Malta, S.E. Dominique Principe de La Rochefoucauld-Montbel y las primeras damas de la región y la de Polonia.
Este es el quinto día de la JMJ en la que el Santo Padre ha cumplido con una serie de actividades cuyo norte ha sido el contacto con los peregrinos que han llegado de todas partes del mundo a esta cita religioso cultural y también con grupos determinados, como fueron los obispos centroamericanos, los jóvenes infractores y los enfermos con VIH, entre otros.
En su homilía el papa Francisco invitó a los jóvenes a vivir el hoy y no un mientras tanto, y a no pensar que existe el mañana para ir tras los sueños. “Es un proceso por lo que todos los jóvenes deben pelear, porque la vida es hoy, tú eres hoy, tú espacio es hoy», exclamó Francisco.
Agregó que los jóvenes no son el futuro, son el ahora de Dios. Él los llevará en sus comunidades, sus ciudades en busca de sus abuelos y mayores para que les enseñen su palabra, no mañana, ahora».
Igualmente, les pidió que se dejen enamorar del Señor. «El señor no es un mientras tanto, no es una Jornada Mundial de la Juventud, son nuestra vida de hoy y caminando».
Por su parte, el arzobispo metropolitano monseñor José Domingo Ulloa dio las gracias al Sumo Pontífice por haber estado en suelo istmeño compartiendo con los jóvenes.
«Gracias por recordarnos que ningún proyecto social y político en el mundo puede hacerse al margen de los jóvenes. Cuente con la oración de toda esta juventud», leyó Ulloa.
Al final el papa Francisco se despidió de los miles de peregrinos presentes acompañado de todos los jefes de Estado invitados, a quienes les entregó obsequios.