Con nuevas monedas a diario, el mercado de las criptodivisas ha captado finalmente la atención de los reguladores de Estados Unidos. Todos sus altibajos suponen un desafío a las reglamentaciones de las inversiones.
Una moneda basada en la criptografía sonaba demasiado futurista para ser real; pero, con una capitalización de mercado en julio de 92.000 millones de dólares, las criptodivisas son lo suficientemente reales para que se interesen por ellas empresas, bancos, inversionistas… y ahora también la SEC, la agencia estadounidenses encargada de hacer cumplir las leyes del mercado de valores.
Las criptomonedas son divisas digitales administradas a través de su propia comunidad y de una red de computadoras basadas en la tecnología de cadena de bloques (o ‘blockchains’). Esta registra las transacciones en una lista compartida. No las regulan ni las autoridades ni un gobierno o un banco central. «Blockchains son protocolos de código abierto basados en la criptografía. Se puede ver como un método que certifica que cada vez que alguien hace un movimiento, este no puede ser modificado», explica Mohit Mamoria, fundador de GOD token, en una entrevista con DW. «Piense en una mosca atrapada en ámbar. Todo lo que se registra en una cadena de bloques es así: la criptografía moderna es tan fuerte que la computadora más poderosa del mundo necesitaría de miles de millones de años para romperla».
Y las criptodivisas cada vez son más fuertes. A mediados de julio un total de 56 mercados gestionan activamente transacciones de 811 de estas monedas. Eso no significa que todas ellas merezcan la pena. Los lanzamientos de nuevas monedas muestran los altibajos que produce la desregulación.
¿De dónde vienen todas estas monedas?
Las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO, por sus siglas en inglés, a semejanza de las ofertas iniciales de acciones, IPO) se han convertido en una nueva fuente de financiación para quienes creen tener una gran idea. Una empresa puede tratar de atraer así a inversionistas que quieren ser los primeros en invertir en la próxima gran criptomoneda. Es lo que pasó con el lanzamiento de «Ethereum» en 2014. Recaudó 18 millones de dólares en bitcoins. En julio, iDice, una aplicación de Ethereum, alcanzó los 2,5 millones en dos semanas.
Salir a bolsa con una IPO requiere la aprobación de la SEC y bastantes trámites burocráticos. Con una ICO se saltan estos pasos. Pero sorprender a los ricos no es tan fácil como parece. Gran parte de la volatilidad del mercado proviene de las fluctuaciones en la confianza de los inversionists, perpetuadas por la falta de regulación. «Soy muy escéptico sobre la mayoría de las ICO, son una gran forma de perder dinero», dijo el criptominero James McGowan a DW. «Hay nuevas criptomonedas que salen todos los días y la mayoría de ellas no valen nada y nunca valdrán nada».
Eso fue lo que pasó con Dogecoin. Se inició como una broma, tomando un meme de un perrito de la raza shiba inu. Pero esa broma se hizo muy pesada cuando alguien fundó Moolah, una casa de cambios de dogecoin, lo que le permitió robar 750 bitcoins y más de un millón de dólares de sus clientes antes de desaparecer. Fue capturado y condenado en 2016. Uno de los desarrolladores de Ethereum, Charles Hoskinson, advierte de que «es una bomba de relojería, se están emitiendo nuevas monedas cuando se podrían utilizar las existentes». «La gente está cegada por el dinero fácil», afirma.
Bitcoin acapara la mayor participación en el mercado de las criptomonedas. El segundo más rentable es Ethereum, aunque en junio de 2017 se redujo su cotización de 317 dólares a 10 centavos en cuestión de momentos, recordando a los inversores que sean cautelosos. Bitcoin ha logrado mantener cierta estabilidad y aceptar pagos en bitcoin se ha vuelto cada vez más común.
La creciente economía bitcoin
Un puñado de restaurantes y cafés aceptan pagos en bitcoins, además de tiendas en línea como Overstock.com, Expedia y CheapAir. El minorista en línea de computadoras y electrónica TigerDirect comenzó a aceptar bitcoins en 2014 y recientemente confirmó que la compra promedio es un tercio superior cuando se compra con bitcoins que cuando se utiliza dinero fiducidario habitual.
Las principales instituciones financieras han querido entrar en el juego también. El presidente ejecutivo de Barclays, Ashok Vaswani, dijo que habló con los reguladores del Reino Unido sobre cómo «poner en juego bitcoins». Recientemente, IBM fue elegida para construir una plataforma de trading basada en bloques, respaldada por el Digital Trade Chain Consortium, un grupo de siete grandes bancos europeos.
Aunque parece probable que las criptomonedas hayan llegado para quedarse, sigue sin estar claro cómo se integrarán en el sistema monetario. Los temores sobre si la SEC actuaría o no, se confirmaron recientemente cuando este organismo dijo que ciertas criptomonedas y sus lanzamientos están sujetas a la normativa. Echen rienda a su ímpetu inversor, puede haber una purga a la vista en el mercado de las criptomonedas.
Autora: Lindsey Rae Gjording (LGC/)