Once años después de su último trofeo, el Inter volvió a conquistar la Copa de Italia impulsado por el croata Ivan Perisic que con dos tantos en la prórroga acabó con la última oportunidad de la Juventus de obtener un título en la presente temporada.
El conjunto de Simone Inzaghi que aún aspira al Scudetto, amarró su primer éxito de la temporada, la Copa italiana que no lograba desde el 2011. Es la octava Copa del equipo de Milán que jugaba su decimocuarta final. Era un objetivo que últimamente se resistía al cuadro neoazzurri que plasmó la superioridad, en líneas generales y la mayor ambición que mostró ante su rival.
El clásico italiano para decidir al campeón copero no decepcionó. El primer tanto no tardó en llegar. Solo seis minutos. Fue un gran gol de Nicolo Barella que cogió el balón en la banda izquierda, avanzó unos metros ante la pasividad de la zaga rival y ejecutó un gran tiro desde fuera del área que superó al meta Mattia Perin. Así acabó la primera mitad.
Allegri tuvo que retirar a Danilo, lesionado, y sacó al español Álvaro Morata. El cambió, necesario, le resultó antes de lo que esperaba. Al inicio de la segunda parte, en una jugada aislada, encontró el empate. Fue en un ataque largo. Dusan Vlahovic recibió dentro del área. Intentó tirar pero la defensa rechazó y sacó el balón fuera del área. Lo recogió Alex Sandro desde fuera del área y lanzó. Lo desvió Morata y el alcanzó la red, para el 1-1.
Luego, en un contraataque, Paulo Dybala vio en carrera a Vlahovic que encaró al portero Samir Handanovic, quien paró con la cara el remate pero el serbio recogió el rechace y no falló.
El empate a dos llegó cuando Leonardo Bonucci cayó en la trampa de Lautaro Martínez y el árbitro pitó penalti y el VAR no le rectificó. El turco Hakan Calhanoglu igualó a diez del final.
El choque fue a la prórroga, y de nuevo, una infracción del neerlandés Matthijs De Ligt a Stefan De Vrij fue revisada por el colegiado que indicó otra vez la pena máxima. Sin Calhanoglu en el campo fue Ivan Perisic el que transformó el 3-2.
En medio de la locura, en plena ida y vuelta, la pelota le cayó a Perisic que, desde el vértice, ejecutó un gran disparo, imparable, por la escuadra de Perin que sentenció el encuentro y dio la Copa al Inter once años después.
Con información de Agencia EFE.