La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó este miércoles que su país todavía está evaluando las opciones para responder a El Salvador, tras las destituciones de jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y del fiscal general.
Harris hizo estas declaraciones a los periodistas tras participar en una mesa redonda con dueñas de pequeñas empresas en EE.UU.
«En lo relacionado con lo ocurrido con su tribunal, todavía estamos valorando a dónde ir», dijo Harris en respuesta a una pregunta sobre cómo piensa reaccionar EE.UU. a la situación en el país centroamericano.
La vicepresidenta subrayó que hay que «tomar en cuenta» a El Salvador, sobre todo, en lo que respecta a los desafíos que provienen del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras).
Harris, que es la máxima responsable de la Casa Blanca sobre inmigración, subrayó el martes que EE.UU. debía responder a las destituciones de jueces en El Salvador durante una conferencia sobre las Américas.
La vicepresidenta consideró ayer que un Poder Judicial independiente «es crucial» para una democracia sana y una economía fuerte. «Debemos responder», zanjó.
La comunidad internacional ha mostrado su preocupación por la situación del estado de derecho en El Salvador tras la destitución de los magistrados constitucionales de la CSJ y del fiscal general.
El Salvador se ha adentrado en una crisis política desde que el sábado pasado el oficialismo tomara las riendas del Parlamento para el periodo 2021-2024 y, como primera acción, votara la destitución de los magistrados con los que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, tuvo enfrentamientos durante el último año.
Tras conocerse la destitución, la Sala de lo Constitucional emitió un fallo declarando inconstitucional la votación en su contra, acción que diversos abogados consideran que anula la votación.
Este lunes, la ONU y la Unión Europea expresaron su inquietud por lo que acontece en El Salvador, sumándose a la preocupación manifestada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y Estados Unidos.
Harris es la funcionaria de mayor rango que se ha pronunciado sobre este asunto desde el Gobierno de EE.UU., cuyos lazos con el Ejecutivo de Bukele no pasan por su mejor momento.