El expresidente de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen, ha solicitado formalmente su juramentación como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un organismo que le otorga inmunidad al finalizar su mandato. En una carta enviada el pasado 14 de octubre, Cortizo pidió a la Junta Directiva del Parlacen que tome las medidas necesarias para su juramentación en la próxima sesión plenaria. En su solicitud, el exmandatario argumenta que, como expresidente de la República durante el periodo 2019-2024, tiene derecho a ocupar un escaño en el organismo regional, de acuerdo con el Reglamento Interno del Parlacen y el Tratado Constitutivo.
El Parlacen ha sido objeto de críticas constantes por parte de la ciudadanía panameña y de diversos sectores políticos, quienes lo acusan de ser una plataforma para que los expresidentes eviten enfrentarse a la justicia. El expresidente Ricardo Martinelli llegó a calificar al Parlacen como una “cueva de ladrones”, un comentario que sigue resonando en el debate público. Para muchos, el organismo se ha convertido en un refugio para políticos que buscan inmunidad frente a procesos legales tras dejar el poder.
A pesar de las críticas, el derecho de los expresidentes a ocupar un escaño en el Parlacen está contemplado en las normativas del organismo, y Cortizo no es la excepción. No obstante, su solicitud reaviva el debate sobre la relevancia y el rol del Parlacen, que muchos consideran un espacio que debería reformarse para evitar el mal uso de la inmunidad parlamentaria.