La constituyente, otra de las tantas promesas incumplidas del presidente Varela, podría ser una opción para bajar las tensiones que amenazan con acabar la paz de los panameños. Nunca fui muy creyente de su necesidad inmediata, ya que, generalmente, la misma es una opción para pacificar países que han entrado ya en el ciclo de la violencia; sin embargo, creo sinceramente, que los panameños debemos poner en práctica todas las opciones que sean necesarias para evitar entrar en ese ciclo que solo genera luto, dolor y heridas difíciles de cicatrizar.
Soy de la opinión, que la constituyente nunca estuvo realmente en los planes del hoy presidente Juan Carlos Varela, fue una promesa electoral plasmada en el plan de gobierno, solo para atraer el voto incauto de aquellos que se auto definen como independientes. La actual Constitución, claramente presidencialista, favorece el estilo dictatorial que ha asumido Varela y favorece que este, pueda copiar el modelo represivo que implementa su amigo en Venezuela; solo hay que revisar las similitudes existentes en sus carreras, sus estilos y sus políticas de gobierno, para entender que: Maduro y Varela, son dos líneas paralelas.
El presidente, continúa sordo ante los responsables llamados de atención que hacen los sindicatos, los gremios empresariales y de abogados, la asociación de Jueces y Magistrados y las iglesias. Se niega a corregir el rumbo, como todos piden.
El pueblo sigue acumulando frustración por las promesas incumplidas de Varela. El malestar popular se agrava por la inseguridad, el desempleo, la mala calidad en los servicios de salud, agua y transporte; las protestas espontaneas que vemos a diario en las calles, son una nuestra preocupante de la ira del pueblo.
Varela y su gobierno deben abrir sus ojos y entender que seguir el camino que siguió Maduro al culpar falsamente a Leopoldo López de fomentar la violencia, no es el camino que solucionará los problemas que se avecinan peligrosamente a nuestro querido Panamá.
No somos los opositores a su gobierno los que abrimos el camino a los enfrentamientos. Nosotros solo hemos advertido a tiempo, que la responsabilidad recae en ustedes, en su absurda sed de venganza, en sus intenciones de acallar a la oposición a través de persecución política; pero sobre todo, en la ineficiencia de su gobierno, que afecta negativamente la calidad de vida a los panameños.
Aunque la constituyente, no fue para Varela una propuesta seria, que realmente quería llevar a la práctica, es el momento de empezar a evaluarla con seriedad para evitar lo que todos deberíamos querer evitar.
El momento requiere que nuestro país tenga un Presidente que tenga bien claro, cuáles deben ser las prioridades, que se empine por encima de sus rencores personales y de los intereses políticos y económicos propios y de sus donantes de campaña. Momento de buscar el camino de la unidad nacional; y si la constituyente logra esto, bienvenida sea.
LUIS EDUARDO CAMACHO CASTRO
Secretario de Comunicación – Partido Cambio Democrático