Luego de sus victorias en New York, Hillary Clinton y Donald Trump son los favoritos para llevarse la mayoría de los delegados en disputa el próximo martes, en donde cientos de miles de votantes acudirán a las urnas en Pensilvania, Maryland, Connecticut, Rhode Island y Delaware.
Clinton y Trump acumulan 1,446 y 844 delegados de forma respectiva, por lo que una victoria podría acercarlos al número reglamentario de 2, 338 y 1,237 delegados respectivamente, para lograr la candidatura presidencial en sus partidos.
Con 210 delegados demócratas y 71 republicanos en juego, el estado de Pensilvania es el premio gordo de la jornada donde se disputarán colectivamente 634 delegados, en una de las últimas elecciones primarias mayores en la costa este de Estados Unidos.
En el lado republicano, si Trump gana la mayoría de delegados en disputa en los cinco estados, no podría amarrar la nominación presidencial pero lograría una ventaja insuperable. En cambio en el partido demócrata Clinton aventaja a Sanders con 1,446 contra 1,202 delegados, pero mantiene una distancia considerable en la columna de los llamados “súper delegados”, integrada por representantes, senadores, gobernadores y alcaldes demócratas.
Luego del martes, el panorama podría casi definirse teniendo a Clinton y Trump como los actores de la elección de noviembre, que promete ser una verdadera guerra electoral.