Pekín, China (EFE).– China entró hoy de lleno en la carrera espacial por la exploración de Marte al lanzar con éxito la primera sonda que llevará a Marte para orbitar el planeta en febrero de 2021 y, en mayo de ese año, aterrizar en él y explorar su superficie.
Según la televisión estatal CGTN, el lanzamiento se produjo a las 12.41 hora local (04.41 GMT) en el cohete transportador «Larga Marcha 5-Y4» -primera vez que se usa esta quinta serie de vehículos en una misión práctica-, desde el centro espacial de Wenchang, en la provincia insular china de Hainan, situada en el sur del país.
Unos 36 minutos después, la nave fue enviada a la órbita de transferencia Tierra-Marte; se espera que la sonda, de unas cinco toneladas de peso, alcance el campo gravitatorio del planeta rojo en febrero de 2021 tras un viaje «de seis a siete meses» y de entre 55 y 400 millones de kilómetros.
La primera misión independiente de exploración de China a Marte, Tianwen-1, tiene como objetivo orbitar, aterrizar y explorar su superficie, y obtener datos de exploración científica sobre el planeta rojo.
El portavoz de la misión, Liu Tongjie, explicó que se estudiarán la morfología, la estructura geológica, las características del suelo, la distribución del agua congelada cercana a la superficie, la composición y las condiciones climáticas de esta superficie, la ionosfera atmosférica, así como los campos magnéticos y la estructura interna del planeta.
El nombre proviene del poema «Tianwen», cuyo significado se podría traducir como «Preguntas al cielo», escrito por Qu Yuan (alrededor del 340 a.C. al 278 a.C.), uno de los más destacados poetas de la China antigua, recoge la agencia estatal Xinhua.
TODAVÍA QUEDA LO MÁS DIFÍCIL
De tener éxito se convertiría en la primera misión de este tipo en orbitar, aterrizar y explorar Marte al primer intento, afirman los encargados del proyecto.
En 2011, China y Rusia enviaron la sonda Yinghuo-1 (Yinghuo, “fuego desconcertante”, es el nombre que los antiguos astrónomos chinos dieron al planeta rojo) para orbitar en Marte, pero la nave no consiguió salir de la órbita terrestre y finalmente cayó al océano Pacífico.
En este caso, aunque China presume de que es su primera misión independiente a Marte, el proyecto ha contado con la participación de la Agencia Espacial Europea y de los centros espaciales de Francia, Austria y Argentina.
El año pasado, China comenzó a realizar experimentos para preparar el descenso y aterrizaje de la sonda, misión cuyo éxito supondría un «logro sin precedentes», según dijo entonces la Administración Nacional del Espacio de China.
El aterrizaje es el mayor desafío al que se enfrentará la misión, según comentó recientemente a Xinhua el experto Bao Ming, de la Academia China de Ciencias Sociales, y constará de un proceso con cuatro etapas de siete a ocho minutos de duración en total en el que la sonda deberá bajar de 20.000 kilómetros por hora a cero.
UNA SONDA EN ÓRBITA Y UN ASTROMÓVIL EN LA SUPERFICIE
Tras entrar en la órbita marciana, la sonda se mantendrá en ella entre dos y tres meses, en los que empleará una cámara de alta resolución para identificar posibles zonas de aterrizaje, algo que está previsto para el mes de mayo del año que viene.
Según Liu, la zona más probable para el “amartizaje” será en la zona sur del planeta, en una llanura conocida como Utopia Planitia que no ha sido investigada por otros países y que podría ser la costa de un antiguo océano o lago.
Si el aterrizaje tiene éxito, un astromóvil (un ‘rover’, en inglés) se desplegará para llevar a cabo tareas de exploración científica durante unos 90 días marcianos, equivalentes a unos tres meses en la Tierra.
Este vehículo, que aún no ha sido bautizado, pesa unos 240 kilos y cuenta con seis ruedas y cuatro paneles solares que le permitirán moverse a unos 200 metros por hora sobre la superficie del cuarto planeta del Sistema Solar.
De tener éxito, se trataría del quinto ‘rover’ desplegado en Marte, después de los cuatro enviados por Estados Unidos.
Mientras tanto, el orbitador, que está diseñado para estar activo en torno a un año marciano (unos 687 días terrestres), actuará como punto de comunicación con el astromóvil mientras también lleva a cabo sus propias tareas.
CHINA SUEÑA CON UNA MISIÓN TRIPULADA
“El lanzamiento exitoso solo es el primer paso de la misión a Marte de China, y esperamos que cada uno de los pasos clave de este largo viaje se lleve a cabo con éxito”, dijo Geng Yan, funcionario de la Administración Nacional del Espacio de China.
La próxima etapa del programa marciano de China es enviar una sonda más grande alrededor de 2030 para recolectar muestras y traerlas de vuelta a la Tierra, y Pekín ya se ha marcado una meta a largo plazo de enviar humanos al planeta rojo.
Este lanzamiento forma parte de los planes del país de avanzar en la carrera espacial, y llega después de que el país se convirtiese en el primero en lograr aterrizar en la cara oculta de la luna en enero de 2019.
Sin embargo, China no será la única en intentar llegar próximamente a Marte, ya que Emiratos Árabes Unidos lanzó esta misma semana su primera sonda desde Japón, y Estados Unidos planea dar inicio a su próxima misión marciana a partir del 30 de julio.
Más adelante, en 2022, se espera que ExoMars, una misión conjunta entre Europa y Rusia, se una a esta carrera.
El rotativo estatal China Daily recuerda que desde la primera misión a Marte, lanzada por la Unión Soviética en 1960, se han llevado a cabo 45, pero solo 17 de ellas han tenido el éxito esperado.
Actualmente hay seis orbitadores en activo alrededor de Marte y dos astromóviles operando sobre su superficie.