Carlos III se convirtió en el nuevo monarca del Reino Unido tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabel II. Su ascensión al trono fue oficializada en una ceremonia celebrada este sábado (10.09.2022) en el Palacio de St. James.
El nuevo rey fue proclamado por el Consejo de Ascensión y se juramentó en un acto que fue televisado por primera vez en la historia, tras siete décadas de no realizarse este tipo de ceremonia.
Al iniciar su discurso el nuevo rey dijo: “Es mi más doloroso deber anunciarles el fallecimiento de mi querida madre la Reina. Sé cuán profundamente ustedes y toda la nación, y creo que puedo decir que todo el mundo, se solidariza conmigo por la pérdida irreparable que todos hemos sufrido”.
“En cuanto a este reino y a la gran familia de naciones de la que forma parte, mi madre dio un ejemplo de amor permanente y de servicio desinteresado. El reinado de mi madre fue inigualable en su duración, su dedicación y su devoción. Incluso cuando nos afligimos, damos gracias por esta vida tan fiel. Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y pesadas responsabilidades de soberanía que ahora me han pasado”, expresó Carlos III.
Me esforzaré por seguir el ejemplo inspirador
El rey Carlos III citó el ejemplo de su madre diciendo: “Al asumir estas responsabilidades, me esforzaré por seguir el ejemplo inspirador que se me ha dado al defender el gobierno constitucional y buscar la paz, la armonía y la prosperidad de los pueblos de estas islas, y de los reinos y territorios de la Commonwealth en todo el mundo. En este propósito sé que seré sostenido por el afecto y la lealtad de los pueblos cuyo soberano he sido llamado a ser”.
“En todo esto me siento profundamente alentado por el constante apoyo de mi amada esposa. Aprovecho esta oportunidad para confirmar mi voluntad e intención de continuar con la tradición de entregar los ingresos hereditarios, incluido el patrimonio de la corona, al gobierno, en beneficio de todos a cambio de la subvención soberana que respaldan mis deberes oficiales como jefe de Estado y jefe de la nación”, manifestó.
“Rezo por la guía y la ayuda de Dios todopoderoso”, concluyó el rey.
Tras su proclamación, Carlos III es reconocido como el rey de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, además de los Estados de Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, y Tuvalu.