A casi un año de las próximas elecciones (2019), muchos panameños apasionados por la política empiezan a armar escenarios de posibles candidatos a la Presidencia de la República, seguramente en nuestros pueblos del interior, en los cafetines, los adultos mayores que han vivido muchas elecciones hacen sus apuestas sobre los personajes que ganarán las primarias de los partidos y que estarán en la papeleta el 7 de mayo de 2019.
A mi criterio, el próximo Presidente de Panamá será un abanderado por los partidos politicos tradicionales, sin embargo, creo que la oferta de libre postulación, llamados por muchos independientes, será mucho más sólida que las pasadas elecciones, y alcanzarán cifras históricas de votación.
Examinando los pasados comicios, donde participaron siete candidatos a la Presidencia, hay datos que resultan muy interesantes y que permiten sospechar el comportamiento del electorado.
En 2014, Juan Carlos Varela alcanzó 724,762 votos (39.1%), donde su partido político (Partido Panameñista) aportó 563,584 votos (30.4%) y el Partido Popular 161,178 votos (8.7%), por lo que su alianza con la “Estrella Verde” fue vital para alcanzar el triunfo. Lo curioso de este resultado, no es la victoria de quien se mantuvo tercero en las encuestas, sino el hecho que un partido político de 25 mil miembros, sin un líder carismático haya aportado una cantidad de votos por más de seis (6) veces del total de su membresía.
Esto permite reflexionar, y entender que no solo las alianzas son importantes, sino que un sector del electorado elige con un criterio partidista no tradicional, en otras palabras, un alto porcentaje de votantes que decidieron darle el voto a Varela, que seguramente saben poco a nada de Ricardo Arias Calderón, no quiso validar su voto con el Partido Panameñita. Llevándolo a un plano matemático, sustrayendo los adherentes del Partido Popular, aproximadamente 136 mil personas, se identificaron con la bandera azul y verde, probablemente por las famosas escobas, por el rechazo al partido tradicional, por el voto castigo, o por cualquier otra razón, pero indudablemente esta gran masa de votantes posee características electorales impredecibles. Este fenómeno actuó sobre todas las alianzas, partidos y candidatos.
La oferta presidencial “independiente” de 2014, era bastante modesta, Juan Jované alcanzó solamente 10,805 votos a nivel nacional, mucho menos que Ana Matilde Gómez, quien en su circuito logró obtener 19,368 votos de 94,086 posibles. Otro dato interesante de la elección pasada, fue el resultado obtenido por el FAD, su candidato Genaro Lopez, logró 11,127 votos de 1, 854,202 millones de votos válidos.
Nadie puede predecir el futuro, pero analizando los aspirantes presidenciales por libre postulación, la nueva lista resulta un poco sólida que la anterior;
(1) Ana Matilde Gómez, actual diputada de la República, (2) Miguel Antonio Bernal, excandidato a Alcalde del Distrito Capital, (3) Ricardo Lombana, periodista y (4) Ernesto Cedeño, abogado constitucionalista, famoso por demandar importantes leyes como la del soterramiento, donde salió por la puerta ancha. La lista es más larga, pero estos son parecen ser “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” para los Partidos Políticos.
De estos cuatro nombres, solo tres podrán estar en la papeleta, pero según el comportamiento que han desarrollado hasta este momento, la diputada Gómez y el periodista Lombana, aparentan tener un respaldo económico mayor, en cuanto a posibles auspiciadores, a diferencia de Bernal y Cedeño, que inclusive se inclinan porque los independientes puedan llevar adelante alianzas.
Bajo este escenario, Gómez, que no descartaría sea abanderada por algún partido, pero que hasta hoy, se identifica independiente, Lombana, y una dupla Bernal-Cedeño, pueden ser las caras que midan fuerzas frente a la partidocracia en 2019.
En la elección de 2019, se espera la participación histórica cercana al 75% del padrón electoral, aproximadamente 2 millones de votantes y considerando lo alcanzado por la diputado Gómez en 2014, no sería descabellado pensar que logre cautivar mayor número de votos a nivel nacional, lo que ya la colocaría como la candidata presidencial independiente más votada de las dos últimas elecciones generales.
Sin lugar a dudas, los cuatro independientes mencionados de llegar a la papeleta en 2019, superarán a los independientes de 2014, alcanzando cifras históricas, y no se sorprenda que uno de ellos pueda superar a un partido político e inclusive llegar en tercer lugar.
Por: Daniel Santos.