El escándalo generado a raíz de la publicación de información falsa, en el caso del empresario panameño Mayer Mizrachi, por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, a cargo de la también vicepresidenta de la República, Isabel Saint Malo de Alvarado, es uno de los tantos graves desaciertos que se suma a los cometidos por el gobierno del presidente Juan Carlos Varela, pero que en esta oportunidad deja a la jefa de la diplomacia solo dos caminos: renunciar o denunciar, sostuvo el dirigente Luis Eduardo Camacho.
Para Camacho, Isabel Saint Malo de Alvarado es una de los pocos funcionarios del gobierno de Varela que ha procurado proyectar imagen de seriedad en el ejercicio del cargo. Sin embargo, esa imagen de seriedad que ha procurado proyectar la Canciller y Vice presidenta, está hoy en duda a raíz del caso Mayer Mizrachi.
“Confirmado, que Mayer Mizrachi, ni se fugó, ni cometió delito alguno para ser liberado en Colombia; quedan a la Canciller solo dos caminos: renunciar o denunciar”, planteó Camacho, al lamentar en el caso de Mizrachi el “garrafal error” que significa la información falsa generada por la cancillería panameña, una institución que no solo debe actuar con seriedad, sino que debe procurar la protección y respeto de los derechos de los panameños dentro y fuera del país.
“La Canciller, debe renunciar al cargo o denunciar quién autorizó, a través de Cancillería para enviar información falsa de caso Mayer”, exigió el dirigente.