El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, revocó y reemplazó este miércoles (09.06.2021) las órdenes ejecutivas contra TikTok, WeChat y otras ocho aplicaciones anteriormente firmadas por el expresidente Donald Trump.
La Casa Blanca anunció que el presidente Biden había revocado y reemplazado tres órdenes ejecutivas que tenían como objetivo prohibir transacciones con TikTok, WeChat y otras ocho aplicaciones de tecnología financiera y de comunicaciones, dos de ellas sujetas a litigio.
La nueva orden firmada por Biden pide que el Departamento de Comercio de Estados Unidos evalúe las aplicaciones asociadas con «adversarios extranjeros» según las recientes reglas de seguridad de las cadenas de suministro de Estados Unidos «y tome medidas, según corresponda», de acuerdo con la Casa Blanca.
La orden también insta al Departamento de Comercio a desarrollar más opciones para proteger los datos personales confidenciales y responder a la «amenaza potencial» de ciertas aplicaciones.
Citando preocupaciones de seguridad nacional, Trump había tratado de bloquear a los nuevos usuarios para que no descargaran TikTok y WeChat en Estados Unidos, pero sus órdenes fueron bloqueadas en las Cortes de Distrito de Estados Unidos y nunca entraron en vigencia.
La prohibición contra dichas aplicaciones había causado una gran preocupación y oposición en Estados Unidos. Para algunos estadounidenses, Facebook, TikTok y WeChat son formas divertidas y convenientes de conectarse con sus amigos en línea.
Los expertos estadounidenses también han advertido que las preocupaciones respecto a la seguridad de los datos y la privacidad no pueden resolverse mediante la prohibición de aplicaciones. Por el contrario, la prohibición de aplicaciones extranjeras podría proporcionar una excusa a otros países para alegar las mismas justificaciones de seguridad nacional y terminar prohibiendo aplicaciones de empresas estadounidenses.
En respuesta a las últimas medidas de la administración de Biden, el portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng, calificó la acción como «un paso positivo en la dirección correcta», y expresó su esperanza de que la parte estadounidense trate a las empresas chinas con equidad y justicia y no politice los asuntos económicos y comerciales.