A menos de mes y medio para el 15 de octubre, fecha fijada para celebrar las elecciones internas del opositor Partido Cambio Democrático, donde se renovarán los liderazgos internos, que reposarán en los hombros de los nuevos convencionales y líderes de corregimientos, los movimiento políticos internos se preparan para obtener su cuota de poder.
En esta contienda interna, la facción liderada por el Secretario General del Partido, Rómulo Roux, denominada “Renovación CD”, deberá medir fuerzas con la facción liderada por el vocero de Martinelli y ex Secretario de Comunicación CD, Luis Eduardo Camacho, que se identifica como “Acción CD”.
Dentro del Partido opositor, existen diversos grupos y liderazgos que tendrán participación, pero Acción CD y Renovación CD, parecen ser las dos fuerzas más beligerantes dentro de lucha por controlar el Partido de Ricardo Martinelli.
Liderazgos individuales como el de José Raúl Mulino, Frank De Lima y Rodrigo Sarasqueta, todos aspirantes a la candidatura presidencial, llevan adelante sus propias nóminas y candidatos, lo que representaría un equilibrio en la búsqueda de los espacios políticos.
Acción CD, parece representar la línea más leal al expresidente Ricardo Martinelli, ya que sus acciones han sido tendientes a defender al presidente nominal de CD y organizar continuas protestas contra lo que han denominado una persecución política en contra de dirigentes políticos y ex funcionarios del gobierno anterior.
Renovación CD por su parte, quienes han sido lo más interesados en celebrar las elecciones internas, apuestan a la renovación de liderazgos como columna vertebral para lograr el triunfo en 2019.
Pese a que ambas facciones son claramente identificadas dentro del partido opositor, tienen dos génesis distintas. “Acción CD” nació como un ente combativo y en defensa de los supuestos ataques políticos y no con fines electorales, a diferencia de “Renovación CD”, que es un movimiento creado para impulsar la renovación de las estructuras políticas.
Con su presidente nominal enfrentando un proceso de extradición en Estados Unidos, las fuerzas políticas internas de Cambio Democrático, tienen una difícil tarea el próximo 15 octubre; no permitir que una celebración democrática deje heridas imposibles de sanar, ya que la contienda de 2019 promete ser una batalla sin cuartel.