La ruta del tren Panamá-David ya no es una aspiración en discusión, sino un proyecto en marcha. Con el anuncio oficial del presidente José Raúl Mulino y el respaldo técnico de la Secretaría Nacional del Ferrocarril, este proyecto avanza con paso firme hacia su ejecución. Serán 475 kilómetros de vía férrea, con 14 estaciones distribuidas desde Panamá Pacífico hasta Paso Canoas, que reconfigurarán el mapa logístico, económico y social del país.
Más allá del impacto en la conectividad, el tren se perfila como una columna vertebral del desarrollo nacional, integrando regiones, potenciando polos productivos e impulsando una redistribución de oportunidades más equitativa a lo largo del territorio panameño.
Las provincias centrales entran en escena
El trazado contempla estaciones en centros neurálgicos como Ciudad de la Salud, Albrook, Panamá Pacífico, La Chorrera, Chame/Coronado, Río Hato, Penonomé, Divisa, Santiago, Soná, San Félix, David, Bugaba y Paso Canoas. Cada una de ellas fue seleccionada por criterios técnicos de densidad poblacional, valor logístico, potencial productivo y conexión intermodal. Esta estructura permitirá descongestionar la capital, descentralizar el desarrollo y reforzar la cohesión territorial del país.
Santiago: polo regional en expansión
Santiago de Veraguas, capital de la única provincia con costas en dos océanos, será uno de los mayores beneficiarios. Hoy ya es un centro regional importante, pero la llegada del tren le dará un impulso sin precedentes.
Además, la ciudad ganará valor para quienes decidan residir allí y trabajar remotamente o conectar fácilmente con otras regiones. La estación santiagueña permitirá también integrar a poblaciones vecinas como Atalaya, La Mesa y Montijo, promoviendo un nuevo dinamismo regional.
Divisa: del cruce vial al centro intermodal
Históricamente vista como un punto de cruce entre caminos, Divisa se convertirá en un verdadero eje de articulación nacional. Su ubicación entre provincias productoras —como Herrera, Los Santos y Coclé— la vuelve ideal para el desarrollo de un centro intermodal de carga agroindustrial.
El tren permitirá desarrollar en Divisa centros de acopio, empaquetado, procesamiento y distribución de productos, con potencial de Zona Franca o Especial. A nivel social, Divisa podrá convertirse también en un nuevo núcleo urbano para actividades logísticas y de servicios, generando empleo y reordenando la dinámica territorial del centro del país.
Soná: integración productiva y turística
Soná, un potencial polo de desarrollo, es parte del proyecto. La decisión de incluirlo como estación ferroviaria representa un acto concreto de inclusión territorial y visión de futuro. Esta región, de tradición agrícola, ganadera y pesquera, podrá integrarse al mercado nacional mediante el tren, reduciendo el aislamiento de sus comunidades.
A su vez, el turismo ecológico y costero —en lugares como Santa Catalina o los manglares de la región— encontrará una vía rápida y accesible para visitantes nacionales y extranjeros.
Conectada a Santiago y David, Soná podrá aprovechar la ruta para impulsar inversiones turísticas, hoteleras y comerciales, que se potenciaría con un pequeño aeropuerto.
Chiriquí: fuerza agrícola, logística y fronteriza
La provincia de Chiriquí se consolida como el gran ancla del tren en el occidente panameño. Con estaciones en San Félix, David, Bugaba y Paso Canoas, el proyecto integra el corazón agrícola del país con los principales centros urbanos y de consumo. Chiriquí produce gran parte de los alimentos que se consumen a nivel nacional: leche, arroz, papas, hortalizas, frutas, carne, café y flores. Hasta ahora, esta producción ha dependido del transporte terrestre, sujeto a demoras, deterioro de mercancías y costos elevados.
El tren cambiará esa realidad. Permitirá trasladar productos en menos tiempo, con cadena de frío, mejor presentación y mayor valor agregado. Esto fortalecerá las cooperativas, agroindustrias y pequeños productores, quienes podrán comercializar más eficientemente sus bienes en los mercados urbanos o exportarlos vía puertos del Pacífico y el Atlántico. En David, además, se abrirán nuevas oportunidades logísticas, académicas y comerciales, mientras que en Bugaba —zona ganadera por excelencia— se podrán desarrollar centros de distribución de carne y productos refrigerados.
Paso Canoas, por su parte, se convertirá en el nuevo nodo de intercambio fronterizo con Costa Rica, facilitando el comercio regional y la movilidad de personas, y posicionando a Panamá como plataforma terrestre en el contexto centroamericano.
Carga: eficiencia y competitividad nacional
El enfoque del tren no está limitado al transporte de pasajeros. Su diseño contempla un sistema mixto, con trenes de carga capaces de alcanzar velocidades de hasta 100 km/h. Esta función logística será decisiva para mejorar la competitividad nacional.
El país podrá contar con un eje ferroviario de transporte de alimentos, mercancías, materiales de construcción, productos refrigerados y más. Las ciudades de producción —como Bugaba, Soná, Divisa o Penonomé— podrán conectarse directamente con puntos de consumo o embarque como Ciudad de Panamá o Paso Canoas. Así se reduce el costo logístico nacional, se moderniza la distribución, y se estimula la inversión privada en agroindustria y exportación.
Además, se aliviará la presión sobre la carretera Panamericana, disminuyendo accidentes y deterioro de vías. El tren no desplaza al transporte tradicional: lo complementa, lo ordena y lo potencia.
Impacto social, urbano y económico
El tren generará más de 50 mil empleos durante su construcción, y decenas de miles más en su operación, mantenimiento y actividades conexas. Las estaciones están pensadas como centros de desarrollo urbano, donde se levantarán nuevos barrios, centros comerciales, parques industriales y espacios de servicios.
Ciudades como Penonomé, Río Hato, Chame o La Chorrera experimentarán una transformación acelerada, ya que cientos de familias que podrán vivir fuera del caos capitalino y conectarse eficientemente con sus trabajos o estudios rápidamente.
El turismo también se verá revitalizado. Las playas del Pacífico, la región de Veraguas, Santa Catalina, Boquete, Volcán, y los sitios ecológicos del occidente serán más accesibles. Además, el Aeropuerto Scarlett Martínez en Río Hato cobrará nuevo sentido como terminal intermodal, atrayendo visitantes nacionales e internacionales.
La ruta que une a Panamá
La ruta del tren Panamá-David no es solo un corredor de acero: es una visión de país. Una apuesta seria y concreta por integrar regiones, dinamizar la producción nacional, reducir desigualdades y conectar territorios olvidados con centros de desarrollo.
Santiago, Divisa, Soná, David y cada estación del trazado jugarán un rol protagónico en el nuevo Panamá. Un país donde el desarrollo no pase solo por el Canal, sino también por las provincias; donde el tren no sea solo transporte, sino esperanza sobre rieles.