En cada elección, los partidos políticos se enfrentan al riesgo constante de no alcanzar el mínimo de votos o de asegurar cargos de elección popular, lo que podría significar su desaparición legal. En las elecciones de 2024, el Partido Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena) y el Partido Alternativa Independiente Social (PAIS) estuvieron al borde de la extinción.
El Molirena, un partido con una larga historia en la política nacional, se encontraba en una situación precaria. Aunque logró asegurar un diputado y varios representantes, sus votos no superaron el 5% de los válidos, lo que lo colocó en una posición vulnerable. Con un poco más del 4% de los votos para los cargos de diputado y representante, y apenas el 2% para el cargo de alcalde, el Molirena enfrentaba la amenaza inminente de desaparecer legalmente.
Por otro lado, el PAIS, un recién llegado a la arena política, también enfrentaba desafíos significativos. Aunque logró alcanzar el mínimo de votos para mantener su estatus como partido político, no obtuvo ningún cargo entre los 865 en disputa durante las elecciones. Su 2,11% de los votos válidos para el cargo de diputado aseguró su continuidad, pero no garantizó su relevancia política.
Ahora, tanto el Molirena como el PAIS se enfrentan al desafío de administrar el subsidio poselectoral de $54,4 millones, destinado a los partidos políticos y candidatos por la libre postulación que sobrevivieron al proceso electoral. Este financiamiento busca cubrir gastos operativos y de capacitación, y se distribuirá de manera equitativa entre los partidos, con un aporte fijo del 20% del total y un aporte adicional basado en la cantidad de votos obtenidos durante las elecciones.
Pese al pobre resultado en las Elecciones 2024, el Molirena y el PAIS seguirán siendo actores en la política nacional, aunque deberán enfrentar nuevos desafíos para mantener su relevancia y fortalecer sus estructuras partidarias de cara al futuro.